Barcelona - El precio más asequible y la falsa creencia de que es menos perjudicial para la salud ha hecho que el consumo de tabaco de liar se haya multiplicado por 11, mientras que el consumo de tabaco tradicional ha descendido un 17,3%, según un estudio hecho por la Universidad de Alcalá de Henares y el Instituto Catalán de Oncología (ICO). El consumo del tabaco de liar ha pasado de ser utilizado por el 1,4% de los fumadores al 15,4% en el período de 2004 a 2012, según el estudio, liderado por el director del Centro Colaborador de la OMS para el Control del Tabaco del ICO, Esteve Fernández, y cuya primera autora es Xisca Sureda, profesora de la Universidad de Alcalá de Henares de Madrid (UAH). El estudio compara la prevalencia y el patrón del consumo del tabaco antes de la aplicación de la Ley 28/2005 y después de la implantación de la Ley 42/2010 de medidas sanitarias frente al tabaquismo.

La investigación demuestra que la prevalencia en el consumo del tabaco ha cambiado poco, pasando del 26,6% al 24,1%, con la misma evolución temporal observada antes de la entrada en vigor de las leyes. Pero los hábitos de los fumadores sí que han cambiado ya que el consumo de los cigarrillos tradicionales entre los fumadores ha bajado del 89,1% al 71,8%, mientras que el tabaco de liar ha aumentado del 1,4% al 15,4%.

Según las encuestas realizadas entre 2004-2005 y 2011-2012 a 1.037 residentes en Barcelona, la proporción de fumadores de tabaco de liar es mayor entre los hombres, las personas de entre 16 a 44 años y los encuestados con educación secundaria y universitaria. “El precio más asequible del tabaco de liar y algunas creencias equivocadas de los fumadores podrían ser las causas que expliquen el aumento del consumo del tabaco de liar”, ilustraba Sureda. “Los usuarios del tabaco de liar piensan que fuman menos cantidad y que este tipo de cigarrillo es menos perjudicial para la salud que el manufacturado”, agregaba. Sin embargo, los datos del estudio confirman que no existe ninguna diferencia en las muestras de saliva de los fumadores. “El tabaco de liar tiene la misma nicotina, alquitrán y monóxido de carbono que el tradicional, no hay ninguna diferencia”, advertía Sureda.