Bilbao- La mayoría sindical del sector educativo -Steilas, ELA y LAB- ha convocado mañana una huelga general en la enseñanza en contra de los recortes y la aplicación de la LOMCE, mientras que Ikasle Aber-tzaleak ha organizado una jornada de paro estudiantil en la universidad pública. Tras los altercados de las últimas semanas protagonizados por grupos de jóvenes violentos, la rectora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), Nekane Balluerka, reconoció ayer que ve con “preocupación” la huelga y reivindicó que “no se use como excusa para que la convivencia se vea afectada”.
Balluerka se reunió ayer junto con el resto del equipo rectoral, con la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, a la que agradeció la declaración institucional aprobada la pasada semana por la Cámara para condenar los incidentes que se han producido en las últimas semanas en instalaciones de la EHU/UPV. Preguntada por si teme que se puedan reproducir estos altercados en la jornada de huelga universitaria en contra de la Lomce, la rectora aseguró que ve con “preocupación” esta movilización. “Tenemos la confianza en que se respete la convivencia y en que se hagan las movilizaciones de forma pacífica”,subrayó Balluerka.
Asimismo, cuestionada por si se responde con “impunidad” a los jóvenes que protagonizaron los incidentes de las últimas semanas, la rectora rechazó este término tras defender que la universidad “es un espacio para la libertad”. Tras agradecer la invitación de la presidenta del Parlamento, Balluerka abogó por “estrechar lazos” entre ambas instituciones.
LAB, ELA y Steilas han llamado al paro mañana a todo el profesorado, educadoras de educación especial, haurreskolas y cocina y limpieza por la “construcción” de un nuevo sistema educativo que conlleve la “mejora” de las condiciones laborales del sector. Los sindicatos exigen que las plantillas aumenten al menos en 2.000 personas porque la tasa de interinidad es de un 57% en las Haurreskolas, se un 58% entre las educadoras de educación especial y de un 38% entre el profesorado. Además denuncian que las bajas no se cubren en la mayoría de los casos hasta pasados cinco días.
Los profesionales de la enseñanza no universitaria se quejan porque su poder adquisitivo se ha reducido un 15%, la ratio de alumnado ha aumentado un 10% y además no se dota a los centros de los recursos necesarios. Asimismo critican que los presupuestos destinados a educación continúan reduciéndose. Para llegar a la aportación de 2009 habría que invertir 167 millones más; las bajas por enfermedad se penalizan económicamente ya que en las bajas superiores a los 21 días se pierden entre 400 y 500 euros.