Bilbao - En enero abandona el Rectorado de la UPV/EHU después de ocho años. ¿Qué balance hace?
-Fue un comienzo complicado ya que solo teníamos seis meses para adaptar la oferta académica al Espacio Europeo de Educación Superior y creo que logramos un resultado aceptable que luego hemos ido mejorando. Hemos conseguido crecer significativamente como una universidad investigadora, aunque tenemos mucho recorrido por hacer. Aprobamos los estatutos para modernizar el sistema de gobernanza, pusimos al día las infraestructuras en los tres campus...
La entrada en el ranking de Shangai y el Campus de Excelencia Internacional avalan ese salto.
-Sí, son dos indicadores objetivos y externos sin que se hayan preparado los datos. Eso ha sido el reconocimiento no solo de los dos últimos mandatos, sino del trabajo realizado antes ya que el avance de la universidad vasca empezó hace 37 años.
Y en esto, llegó la crisis.
-El segundo mandato ha estado marcado por la crisis económica, que nos ha afectado de lleno y nos ha obligado a aparcar proyectos que nos hubiera gustado hacer. Pero la crisis nos ha llevado a desarrollar otras cuestiones estratégicas que no necesitan dinero, como la reorganización de las facultades, el Plan Estratégico de Estudios de Posgrado o el Campus Eurorregional con la Universidad de Burdeos en el territorio del euskera que engloba a 100.000 estudiantes y muchos proyectos conjuntos.
¿Qué espinita le escuece más?
-No haber podido hacer una política de personal adecuada, porque debido a los recortes impuestos por el Gobierno español se ha paralizado la carrera académica y nos hemos quedado a medias con los compromisos adquiridos con el Personal de Administración y Servicios. La otra es la Facultad de Medicina y completar el Polo Tecnológico en San Mamés.
¿El hecho de que la Universidad de Deusto vaya a implantar estudios de Medicina sea algo más que un secreto a voces obliga al Gobierno Vasco a decidirse de una vez a financiar la nueva facultad de la UPV/EHU?
-Desconozco y no me preocupan los planes de ninguna otra universidad. Lo que es importante es nuestra apuesta. La UPV/EHU forma al año a 280 profesionales de la medicina, a 280 profesionales de la enfermería, a fisioterapeutas, odolontólogos y casi todos trabajan en Osakidetza. El futuro de la salud vasca va de la mano de los profesionales que se forman en la UPV/EHU y la nueva facultad juega un papel clave para responder a las necesidades de profesionales bilingües. Tenemos que trabajar con el Departamento de Salud para saber las necesidades de personal y hasta qué punto podemos llegar a ellas con las limitaciones que imponen las infraestructuras que tenemos.
¿Se ha mordido mucho la lengua en público?
-Muchísimas veces.
Pues hoy ha hecho una excepción al afirmar que sería bueno que los profesores de la UPV/EHU no fueran funcionarios españoles.
-Lo que he dicho es que es un buen momento para pensar en que los profesores funcionarios que estamos en la universidad seamos funcionarios del Gobierno Vasco. Creo, y lo he dicho siempre, que Euskadi tiene competencias exclusivas en educación e investigación y que está demostrado que cuando las cosas las hacemos nosotros las solemos hacer mejor. La gestión del personal universitario en todos sus niveles debería ser una gestión que se haga desde el País Vasco trabajando conjuntamente con el Gobierno Vasco, lo creo firmemente.
¿Es una cuestión de sueldo?
-A nosotros se nos pide competir con universidades que están en el mundo y la atracción de profesorado se consigue a base de fichajes. Para atraer al mejor personal docente e investigador no se trata tanto de mejorar los sueldos, como de tener una política de sueldos diferentes. Necesitamos flexibilidad de contratación para tener tiempos de respuesta cortos a las necesidades de la universidad, esto es algo que se hace en todo el mundo menos aquí y es una cosa que tarde o temprano acabaremos haciendo. Y, desde luego, a mi me gustaría que todo eso estuviera bajo el paraguas del Gobierno Vasco.
Dice que la educación es “la única materia prima” del País Vasco. ¿Se ha descuidado al profesorado?
-Creo que la figura del maestro, de la maestra y del profesorado universitario ha sufrido en estos últimos años una caída. Cuando era joven nadie cuestionaba a un maestro o maestra, merecía el mayor de los respetos y esto hoy no pasa. Si miramos a otros países podemos ver que es fundamental el respeto al trabajo de las personas que están cuidando de la materia prima más importante que tenemos, que son la educación y la investigación. No hay otro camino en este país.
Suele decir que “el dinero no lo es todo”, ¿tampoco lo es para mejorar la educación y la investigación?
-Qué y cómo se enseña, a lo mejor, no necesita más dinero. Organizar bien la actividad investigadora, a lo mejor, no necesita más dinero. Ahora bien, si quieres iniciar una nueva línea de investigación o quieres que un grupo consolidado de un salto sí necesitas una dotación presupuestaria importante.
¿Actualmente se disponen de los recursos necesarios?
-En algunos casos no. Insisto, teniendo en cuenta la crisis, miraría la inversión en Educación Superior e investigación que realizan los países con los que muchas veces nos comparamos e intentaría hacer esfuerzos para acercarnos a esos valores. Hay que recuperar el esfuerzo inversor para situarlo en los parámetros incluidos en el anterior Plan Universitario que la crisis truncó. Me gustaría que la inversión del conjunto de las universidades vascas en I+D alcanzara un 0,49% del PIB y que en Educación Superior llegara al 1,3% del PIB. Y luego, por supuesto, el Gobierno es el que dice en qué apuesta y en qué no apuesta.
¿La UPV y la investigación no han sido prioridad para este Gobierno?
-Nos hemos mantenido y con eso hemos seguido trabajando. Algunas apuestas interesantes se han podido hacer, como la puesta en marcha del Centro de Fabricación de Tecnologías Avanzadas en Aeronáutica gracias al apoyo del Gobierno y la Diputación de Bizkaia.
¿Se han perdido oportunidades?
-En cuatro años de estabilización presupuestaria uno sobrevive, el problema es si esto sigue así.
¿Y seguirá?
-Espero que se cumpla el compromiso del lehendakari de incrementar al año un 5% la inversión en investigación. Esto es una buena noticia.
Se está intentando deslizar la idea por parte de ciertos sectores que la UPV/EHU es connivente con los violentos, a raíz de los últimos altercados vividos en la universidad.
-Decir que la universidad es connivente con la violencia es rotundamente falso y rechazable. Cuando ocurren cosas como las que han sucedido en la campaña electoral al Rectorado es muy difícil de controlar, solo podemos establecer los sistema de seguridad necesarios. Cuando hay alguien de la universidad o de fuera que viene a la UPV/EHU a hacer algún tipo de ataque, de estos que se hacen en tres minutos y salen corriendo, es imposible de preverlos; si no, no ocurriría ningún atentado en ningún lugar del mundo y, por desgracia, ocurren atentados.
¿Cómo le gustaría ser recordado?
-En el ámbito de la gestión me gustaría que se me recordase como un rector que contribuyó a que las infraestructuras universitarias se pusieran al día; como un rector que consiguió que calase en la sociedad la idea de que ésta es una universidad investigadora; un rector que dio pasos para que la sociedad vasca considere a la UPV/EHU como su universidad, como la universidad de todos y todas; y un rector que contribuyó a su internacionalización. Todo esto con las raíces en esta casa, sabiendo que en este país hemos nacido, que en este país crecemos y que lo que sea esta universidad será lo que sea este país en el futuro. Es decir, me gustaría que se recuerde que esta universidad es la universidad de todos y que es una universidad enraizada en este país que mira al mundo.
¿Y a Iñaki Goirizelaia le ha merecido la pena?
-Sin ninguna duda. Ser profesor ya es un honor porque es una de las profesionales más bonitas y haber tenido la oportunidad de contribuir a que esa actividad mejore desde una perspectiva de país ha sido un grandísimo honor y me voy muy contento.
En enero Nekane Balluerka tomará el testigo. ¿Qué consejo le daría?
-Nekane Balluerka es una profesional íntegra que cree en la universidad pública, como creo yo, que tiene una capacidad de trabajo inmensa y lo que más me gustaría es que lo haga mejor que yo. ¿Consejo? Nekane no necesita consejos, es una persona que lo va a hacer muy bien y lo único que se le puede decir es que siga su instinto porque seguro que sale bien.
Ahora tiene la oportunidad de disfrutar de dos años sabáticos ‘por los servicios prestados’. ¿Qué va a hacer?
-De momento me voy a marchar un tiempo a la Universidad estatal de Boise. En marzo empiezo a dar clase en un posgrado sobre un tema nuevo para mí, que tengo que preparar, pero que me interesa mucho: cómo han influido en el desarrollo del País Vasco la educación, los medios de comunicación y la Red de Ciencia y Tecnología con el sistema industrial.