Sin acabar el año y tras cuatro meses de la desaparición de Diana Quer, el caso sigue protagonizando la crónica negra de un año en el que otro suceso, el cuádruple crimen de Pioz, conmocionó a la sociedad y engrosó la lista de homicidios de este 2016 que podría cerrarse con más muertes violentas que 2015. Sin embargo es la execrable lacra de la violencia machista la que acumula un mayor número de víctimas. Contabilizando los tres asesinatos de mujeres del pasado fin de semana, serían 51 las mujeres muertas en lo que va de año si se confirman los nueve casos que la Policía está investigando.
Entre los sucesos sobre los que han corrido más ríos de tinta se encuentra la desaparición de la joven Diana Quer. Más incógnitas y apenas pistas -solo se ha encontrado hasta ahora su móvil- para aclarar qué pudo pasarle a esta chica madrileña de 18 años que no regresó a su casa de veraneo en la madrugada del 22 de agosto en A Pobra de Caramiñal (A Coruña). Cuatro meses después, su desaparición sigue ocupando horas de televisión, en un cóctel que se ha ido cocinando con el paso de los días con reproches en directo de unos padres divorciados o las filtraciones de intimidades de la propia Diana.
Un morbo mediático que ha incomodado a los investigadores de la Guardia Civil y ha sacado a la luz que, como la de Quer, hay más de un millar de búsquedas activas de personas por las fuerzas de seguridad, que reciben anualmente unas 15.000 denuncias de desapariciones, aunque los expertos consultados por Efe reconocen que esta cifra fluctúa, pues si bien hay muchos casos que se resuelven, las familias no retiran la denuncia inmediatamente.
Junto a Diana Quer, el otro nombre destacado de la crónica negra de 2016 es el de Patrick Nogueira Gouveia, el joven brasileño de 20 años autor confeso del hecho más luctuoso del año: el cuádruple asesinato de sus tíos y de los hijos de éstos, de cuatro y un año, en una vivienda de Pioz (Guadalajara). Y si ha habido un suceso que ha removido conciencias, fue la violación de una joven de 19 años en las fiestas de San Fermín, en Iruñea, por cinco chicos, todos ellos ya en prisión. No era la primera vez que algunos de ellos abusaban en grupo de mujeres.
Pero el año que está a punto de acabar arrancó con tres muertes: ya el mismo 1 de enero un hombre mataba a su mujer y a su bebé de ocho meses para después suicidarse en Torrevieja (Alicante).
Reciente ha sido la muerte de otras dos mujeres -una madre y su hija-; muy cerca de ellas estaba su asesino, el hijo y hermano de las víctimas, un toxicómano que acabó con la vida de ambas en la localidad sevillana de Arahal. Entretanto y lamentablemente, a las páginas de sucesos no les han faltado protagonistas, algunos menores como la niña de 17 meses arrojada por una ventana en Gasteiz por un hombre después de que la madre de la pequeña descubriera que le estaba haciendo tocamientos.