BARCELONA - El profesor aragonés César Bona, experto en innovación pedagógica, propone eliminar las asignaturas y fomentar el intercambio de docentes entre escuelas para promover un cambio educativo en el Estado español basado en el aprendizaje competencial, que considera “necesario y posible”.

Bona considera “obvio” que las asignaturas deben desaparecer del sistema educativo, como ocurre en el modelo finlandés, donde han sido sustituidas por proyectos, ha manifestado el maestro, que asesora al Departamento de Educación del Gobierno de Aragón y que estuvo entre los 50 finalistas al Mejor Profesor del mundo en la primera convocatoria del premio Global Teacher Prize.

Cesar Bona (Zaragoza, 1972) acaba de publicar su libro Las escuelas que cambian el mundo (Plaza y Janés), donde vierte opiniones, visiones, miedos, certezas, aspiraciones y cotidianeidad de maestros, alumnos y familias de siete escuelas españolas con quienes ha compartido un año de su vida. “Este encargo fue un regalo, he aprendido muchísimo”, reconoce emocionado durante la entrevista, en la que recomienda a las administraciones “articular prácticas de intercambio de maestros entre escuelas por el valor enriquecedor de la experiencia”.

Las escuelas que durante un año han sido escenario de la vida de César Bona son el CEIP Amara Berri (Donostia), la Escuela de O’Pelouro (Pontevedra), el Centro de Formación Padre Piquer (Madrid), el Colegio Ramón y Cajal (Zaragoza), la escuela La Biznaga (Málaga), Sadako (Barcelona) y el Instituto de Sils (Girona).

Elemento común a todos ellos es que “escuchan a los niños y les invitan a ser agentes del cambio de sociedad en la que vivimos”, lo que se traduce en tener alumnos “implicados, queridos y felices”, que además “consiguen buenos resultados académicos”, y que “no ven el aprendizaje sólo como una obligación” ha destacado el profesor.

VALORES La escuela debería ser “motor del cambio” de una sociedad que en general “subestima” a los niños y a los adolescentes, añade, y para ello considera “necesario” formar a los docentes en transmitir “valores esenciales como el respeto, la gratitud y la admiración hacia los demás”. “La educación no consiste en formar seres empleables o en aprender para pasar un examen”, se trata de “formar personas en competencias, capaces de enfrentarse a la realidad aplicando sus conocimientos y viviendo en base a unos valores”, si bien añade: “aunque también podrán pasar un examen, por supuesto”.

En este sentido, César Bona pronostica que las reválidas “no mejorarán el sistema educativo” porque “sólo se evalúan respuestas y no el proceso de aprendizaje”.

Sus dinámicas de funcionamiento son transversales y diferentes a las que conocemos, la disposición de las mesas en las aulas son grupales, lo que favorece “compartir conocimientos y experiencias”, superando la tradicional “comunicación unilateral” de las aulas clásicas.

De las escuelas públicas destaca la heterogeneidad como “valor añadido”, ya que considera que la “diferencia enriquece”, aunque a la gente “le asuste”, lamenta. Del mismo modo que asustan los cambios, “es obvio que deben desaparecer las asignaturas”, concluye. - Efe