MADRID. Lo han asegurado, en declaraciones a los periodistas, varios miembros de esta sociedad que han participado en la jornada, organizada por la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) con motivo de la conmemoración hoy del Día Internacional de la Radiología, que este año está dedicado al cáncer de mama.

La radióloga Carmen Carreira, del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid) y miembro de la junta directiva de la SEDIM, ha subrayado que el planteamiento de esta sociedad es que el cribado poblacional mamográfico tiene mejor rendimiento en las pacientes entre 50 y 69 años.

Es en este sector de la población "cuando se ha demostrado realmente que disminuye la mortalidad, el número de biopsias que hay que hacer no es excesivo y no hay sobrediagnóstico", ha indicado Carreira.

"Desde luego entre los 35 y 40 años hay muy poca evidencia al respecto si no existen factores de riesgo asociados o situaciones específicos de los pacientes", ha insistido la experta.

El pasado 5 de octubre la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) anunció que recomendará que las mujeres se hagan su primera exploración clínica acompañada de una mamografía a los 35 años con el fin de poder determinar el tipo de mama y su morfología, y por tanto, su posible predisposición a desarrollar un cáncer.

La presidenta de la SEDIM, Marina Álvarez, quien es radióloga el Hospital Reina Sofía de Córdoba, ha abundado en que cuando se hace un programa poblacional hay que ser "muy cuidadosos" y saber que lo que éste significa es que se invita a las mujeres a hacerse una prueba y hay que tener la seguridad de que "los beneficios superan con creces los posibles riesgos".

En este sentido, Álvarez ha enumerado que los posibles riesgos de comenzar el cribado a los 35 años serían falsos positivos, detección de lesiones que no van a tener ninguna significación y van provocar biopsias innecesarias, con lo que generarían "angustia y ansiedad" en las pacientes.

Álvarez ha señalado en si una mujer con menos de 50 años quiere hacérsela de forma individual los radiólogos no se oponen, si no que lo que recomiendan es que para animar a hacerse un cribado tiene que tener la seguridad de que, ha vuelto a insistir, los beneficios superan los riesgos.

Las expertas han animado a las mujeres en este Día Internacional de la Radiología que tengan a partir de 50 años a que participen en los programas de cribado porque la posibilidad de mortalidad por cáncer de mama es un 40 % menor entre las que se someten a una mamografía.

Han insistido en que lo recomendable es participar en estos programas y ha recordado que la mamografía es el único método aceptado para realizar el cribado y permite detectar lesiones en la mama incluso cuando son pequeñas.

Al detectarse antes el cáncer de mama gracias a la mamografía las pacientes tienen mejor pronóstico, tienen tratamientos menos agresivos y permiten identificar qué casos necesitan de pruebas complementarias para finalizar el diagnóstico.

Álvarez y Carreira han comentado que, en ocasiones, las mujeres tienen miedo a hacerse una mamografía por la posible radiación, pero han aclarado que esta prueba radia lo mismo que dos meses de radiación natural.

"Se controla mucho la dosis en los programas poblacionales de cribado porque nosotros trabajamos con mujeres sanas, que no tienen ninguna patología con lo que hay que ser especialmente cuidadosos cuando se trabaja con ellas", ha sostenido la presidenta de la SEDIM.