DONOSTIA. Este hombre, un marroquí con permiso de residencia, ha sido arrestado en el marco de una operación desarrollada por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en Donostia y Gijón, ciudad esta última en la que ha sido detenido un segundo presunto yihadista.

La Policía considera que ambos estaban "plenamente integrados" en la organización terrorista Dáesh, que se dedicaban a difundir su ideario en la red, alentaban a reclutar nuevos miembros e incitaban a cometer actos terroristas, hasta el punto de erigirse en dos "piezas clave" en el entramado propagandístico y de captación yihadista.

El caso del presunto terrorista capturado en Donostia, la Policía está registrando una vivienda vinculada con el sospechoso ubicada en el número 133 de la calle Lugaritz, en el mismo edificio en el que la Diputación de Gipuzkoa cuenta con dos viviendas de su red de emancipación foral.

Esta red dispone de recursos gestionados por diferentes entidades y en los que la Diputación tiene concertadas plazas para atender a jóvenes de entre 18 y 23 años, independientemente de su procedencia, en situación de riesgo de exclusión social, que carecen de domicilio y apoyo familiar, con el objetivo de conseguir su emancipación definitiva y autónoma.

Para participar en este programa, los jóvenes deben pasar dos filtros de selección por parte de la Diputación y de la asociación que dirige el piso, tras lo cual deben cumplir unas normas de convivencia como respetar a compañeros, profesores y vecinos y no consumir alcohol en el piso, entre otras.

La Diputación de Gipuzkoa ha aclarado que ninguno de sus dos pisos de jóvenes tutelados está siendo registrado por la Policía, por lo que la vivienda inspeccionada corresponde a otro piso del mismo inmueble.

Según el Ministerio de Interior, el arrestado habría visto favorecida su labor de "captación" y "radicalización" yihadista por "los círculos y ambientes en los que desarrollaba su actividad diaria", constituidos "mayoritariamente" por "personas susceptibles de exclusión social, así como de inadaptación cultural y laboral".

Una circunstancia que, según Interior, supone "un excelente caldo de cultivo para la formación de nuevos terroristas dispuestos a pasar a la acción".

La vivienda vinculada con el arrestado está siendo registrada desde primeras horas de la mañana por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía que, según testigos presenciales, ha llegado pasadas las 8.30 horas de la mañana al lugar, una zona de nuevas construcciones situadas entorno a la gran rotonda de Errotaburu que distribuye el tráfico de entrada y salida a la capital guipuzcoana por la zona de Ibaeta e Igara en dirección al barrio del Antiguo.

El dispositivo policial, integrado por varias furgonetas con distintivos y coches camuflados, se ha desplegado de una forma discreta por los alrededores de la calle Lugaritz sin llegar a acordonar la zona, donde se han desplegado un grupo de policías de uniforme.

Mientras tanto, la entrada y salida en el edificio de otros policías, vestidos de paisano pero provistos de chalecos reflectantes y con los rostros cubiertos con pasamontañas, se ha convertido en la tónica habitual a lo largo de la mañana.

Los funcionarios no impiden el tránsito de los viandantes frente al portal en el que están registrando la vivienda del arrestado y tampoco entorpecen el tránsito de los vecinos que residen en el bloque y que han entrado y salido de él con normalidad durante toda la jornada.

Al ser preguntados por los numerosos periodistas desplazados al lugar, ninguno de estos vecinos ha reconocido la identidad del presunto terrorista y muchos de ellos han mostrado su estupefacción por la operación policial que, según han señalado, les ha pillado completamente por sorpresa.

Tan sólo la aparición en el portal de una mujer de rasgos magrebíes y que cubría su cabeza con un pañuelo ha alterado la espera de los informadores, que al preguntar a esta vecina sobre lo sucedido ha asegurado no saber nada al respecto.