BILBAO. .Dos portamisiles rusos alcanzaron el pasado 22 de septiembre la costa vizcaina en una demostración de fuerza. El Ministerio de Defensa francés, consultado por el diario El País, calificó como “provocación” esta operación. Asimismo, aseguraba que Moscú ha enviado varias veces en los últimos meses esos bombarderos a diferentes puntos de Europa.

Según fuentes citadas por El País, a las 9.13 de ese día Noruega detectó cerca de su cota dos bombarderos Túpolev 160, conocidos como Blackjack en la terminología OTAN. De inmediato, dos cazas F-16 de las fuerzas aéreas noruegas salieron a su encuentro para asegurarse de que no penetraban en espacio aéreo del país, a lo que luego les siguieron dos cazas británicos Typhoon que les esperaban al norte de Escocia y siguieron a los portamisiles rusos mientras estos sobrevolaban las cercanías de la costa oeste irlandesa en dirección hacia el Sur.

A las 13.57, dos cazas Rafale franceses les tomaron el relevo. Se aproximaron a los Tu-160 cuando estos se encontraban a unos 100 kilómetros de Bretaña. Los Rafale volaron hacia el Sur con los Túpolev hasta las 14.33, cuando los bombarderos pusieron rumbo oeste a lo largo de la costa vizcaina. Allí les esperaban dos F-18 españoles. Estos escoltaron a los portamisiles rusos hasta la altura de Bilbao, desde donde pusieron rumbo oeste, de nuevo hacia Irlanda.

La reanudación de estos vuelos rusos, que dejaron de hacerse tras el desmembramiento de la Unión Soviética, se produjo tras las tensiones entre Rusia y Occidente a raíz de la guerra de Ucrania. El último vuelo detectado se ha producido solo unos días antes de que Estados Unidos diera por concluida toda coordinación con Rusia en la guerra de Siria, un ejemplo más de la creciente fricción occidental con Moscú.

Tanto las intercepciones de los bombarderos rusos como sus acompañamientos a lo largo de las costas europeas fueron coordinados por la OTAN. Además de la reacción de los cuatro países afectados, Islandia ha protestado porque los Túpolev se acercaron a un avión comercial que había despegado de Reikiavik.