Tafalla - El incendio declarado el jueves entre Tafalla y Pueyo, el mayor sucedido en Navarra en los últimos 30 años y que ha afectado a una superficie de entre 2.700 y 3.000 hectáreas, se encuentra ya estabilizado. Sin embargo, ayer se decidió mantener por segunda noche consecutiva el dispositivo antiincendios como medida de precaución, ya que el viento podría reactivar algún foco.
Según los datos ofrecidos por el Gobierno de Navarra, el perímetro del incendio era ayer de unos 12 kilómetros de largo por casi tres de ancho, localizándose entre las localidades de Artajona, Mendigorría y Añorbe, en el flanco oeste, y de Pueyo y AP-15 (Barásoain y Garínoain) por el este. En concreto, los terrenos afectados por las llamas corresponden a campos agrícolas de secano, huertas agrícolas de secano, huertas, matorral, encunares y robledales, y repoblaciones de pino, tanto alepo como laricio.
Tal y como se barajaba desde un primer momento, el incendio fue provocado al parecer por una colilla que agentes gentes del Grupo de Investigación de la Brigada de Protección Medioambiental de Policía Foral encontraron ayer durante una inspección ocular del sitio en el que se originó el incendio y podría haber sido arrojada desde un vehículo que circulaba por la AP-15. En concreto, Audenasa avisó a SOS Navarra sobre las doce del mediodía advirtiendo de un incendio en un matorral en la mediana de la autopista AP-15. Posteriormente saltó dos carriles, el arcén de la autopista, el trazado de la N-121 (Pamplona-Tudela) y la vía del tren (provocando el cierre del tráfico ferroviario durante media hora). Según explica el Gobierno de Navarra, de ahí avanzó por una zona de huertas y se abrió en forma de v, empujado por fuertes rachas de viento suroeste, hacia Artajona.
En vista de la virulencia de las llamas, los bomberos se marcaron como primer objetivo evitar que el fuego alcanzara una masa arbórea, con mucho combustible, situada junto a la N-6020 (Carrascal-Marcilla), pero no pudo ser. Las rachas de viento hicieron imposible su control, de tal forma que el fuego llegó al otro lado de la carretera sobre las 16.00 horas. De allí se dirigió hacia la zona del Canal, lugar en el que el personal de extinción estaba esperándolo, refrescando el suelo para evitar que prendiera, con la ayuda de tractores, que hacían cortafuegos. Las llamas, sin embargo, saltaron nuevamente (en torno a 200 metros), esta vez a la balsa de Artajona. En total, el fuego recorrió unos 12 kilómetros de distancia.
En concreto, el dispositivo que lleva luchando desde el jueves contra el incendio está integrado por 70 bomberos, 14 guardas forestales del Gobierno de Navarra y un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME). “Además, se han sumado voluntarios y voluntarias de diversa índole, y está siendo fundamental la colaboración de los tractoristas, haciendo cortafuegos según indicaciones de los mandos de bomberos” destacó el Ejecutivo foral a través de un comunicado.
En cuanto a medios materiales, se está actuando con tres helicópteros, 13 autobombas y dos máquinas pesadas del Gobierno de Navarra; 16 autobombas de la UME, así como tres avionetas y dos hidroaviones del Ministerio. Además, se ha habilitado el polideportivo de Tafalla para albergar a los efectivos de la UME, que trabajan en turnos de 12 horas.
La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, felicitó ayer a los equipos que integran el dispositivo antiincendios por haber logrado que “ningún núcleo urbano estuviera en riesgo, a pesar de las adversas circunstancias meteorológicas”. Barkos aprovechó la ocasión, además, para hacer un llamamiento a la ciudadanía para mantener la “precaución en toda Navarra ante el alto riesgo de incendios “.