Roma - Los edificios públicos italianos en zona sísmica requieren más medidas de prevención para evitar que se repitan las escenas de destrucción como las que ha dejado el último terremoto en el centro del país, según dijeron ayer varios expertos. “Necesitamos conocer al detalle el grado de peligrosidad y de riesgo sísmico de los edificios estratégicos como las escuelas y los hospitales para poder prevenir esos sucesos”, apuntó el presidente de la Fundación del Centro de Estudios del Consejo italiana de Geólogos, Fabio Tortorici. El terremoto que el miércoles sacudió el centro de Italia ha vuelto a poner de relieve la necesidad de mejorar la construcción en esas zonas. Las escuelas no se han librado de la destrucción en la que se encuentran pueblos enteros de montaña como Amatrice, donde ayer se vieron imágenes como la de una profesora llorando amargamente frente a los restos de un centro educativo. Aunque otros edificios han resultado dañados, existe en el país una especial sensibilidad por el estado de los colegios.

Todavía se recuerda con dolor la muerte en 2002 de 27 niños y su profesora en un colegio de San Giuliano de Puglia (sur), que se vino abajo por un seísmo a pesar de haber sido renovado. “Desgraciadamente la memoria es breve y durante una semana se hablará del seísmo, pero luego se olvidará”, lamentó Tortorici, cuya organización calcula que 24.000 colegios en el país están en riesgo por terremoto.

Después de que la tierra temblara en la vecina localidad de L’Aquila en 2009 donde más de trescientos murieron y causará una gran devastación, se introdujo la aplicación obligatoria de nuevas normas técnicas para la construcción en zonas sísmicas. Como explicó el especialista, los edificios realizados después de la entrada en vigor de esas disposiciones más restrictivas resistieron mejor el temblor de ayer. Esas normas, sin embargo, no se aplican a los edificios que ya estaban levantados, para los que se necesita una mayor reglamentación. - Efe