MADRID - El Gobierno español acaba de fijar los precios de referencia de un buen número de medicamentos libres de patente -entre ellos algunos de los más consumidos- que estarán vigentes los próximos doce meses y que abaratan ligeramente su coste, tanto para Osakidetza como para los consumidores. Según anunció el Ministerio de Sanidad tras la publicación de la orden en el BOE, la revisión de los precios de 14.479 fármacos generará un ahorro de 126,42 millones de euros, de los que 14,55 millones repercutirán directamente en los ciudadanos. Sin embargo, las oficinas de farmacia dispensarán los medicamentos al precio de venta al público anterior a esta orden hasta el 30 de septiembre, con lo que el consumidor no empezará notar los efectos de la bajada de precios hasta el próximo mes de octubre.

Los nuevos precios de referencia de los fármacos financiados por el sistema público de salud implican un abaratamiento de miles de presentaciones farmacéuticas, aunque algunas -2.744- son exclusivamente de uso hospitalario. Entre las que se dispensan en farmacias figuran muchos de los medicamentos más habituales, como ibuprofeno, voltarén, ventolín, omeprazol o diversos tranquilizantes. Las variaciones en lo que Osakidetza o los consumidores pagarán por algunos de estos medicamentos no serán muy relevantes, ya que se trata de fármacos que llevan mucho tiempo en el mercado y, por lo tanto, ya han sufrido sucesivos ajustes de precios.

La orden con la nueva lista de precios se publicó en el BOE el pasado martes y desde el día siguiente -3 de agosto- los laboratorios ya sirven los pedidos con el nuevo precio. Las empresas de distribución de medicamentos tienen de plazo hasta el 24 de agosto para servir a las farmacias a los precios nuevos.

Juan del Arco, director técnico del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia, explicó a DNA que “el sistema de precios de referencia lleva funcionando muchos años y España no fue el primer país de la UE en ponerlo en marcha”. Apuntó que “es un sistema eficiente que está consiguiendo el objetivo que se pretendía -reducir el gasto público en medicamentos-, pero, como cualquier otra medida económica o fiscal, cuando se adopta por primera vez tiene un efecto muy grande y en años sucesivos su impacto es cada vez menor, porque los efectos se amortiguan con el tiempo”.

Pros y contras “El Sistema de Precios de Referencia -indicó Juan del Arco- establece una revisión anual de los precios de todos los medicamentos, tanto de los precios de venta del laboratorio como de los de venta al público. Los precios se fijan mediante una fórmula matemática que tiene en cuenta los fabricantes y marcas de cada principio activo, los genéricos... todo lo que hay en el mercado. Cuando entró en vigor ese sistema resultó muy eficaz y consiguió unas bajadas de precios muy importantes para bien y para mal. Por una parte, esa fijación de precios reduce mucho la factura en medicamentos y el sistema público de salud lo ha notado, pero también tiene un efecto negativo. Y es que en el Estado español los medicamentos tienen uno de los precios más bajos de Europa, de forma que cada vez hay más laboratorios a los que empieza a no resultarles rentable comercializar un determinado medicamento y eso genera problemas de desabastecimiento”.

Según explicó Juan del Arco, el sistema de precios de referencia, que se implantó hace más de una década, y otras medidas de ajuste adoptadas por la Administración “han influido muchísimo en la gestión de las farmacias”. “En la Comunidad Autónoma Vasca, como hay una buena normativa de ordenación farmacéutica, la influencia de estas medidas ha sido menor, pero en otras comunidades ha llevado a que exista un número creciente de lo que se llama farmacias VEC. VEC es un término legal, acuñado por el propio Ministerio, que significa de Viabilidad Económica Comprometida. En algunas comunidades autónomas en las que la ley de ordenación farmacéutica es diferente han aumentado las farmacias VEC. La ley que tenemos en el País Vasco es buena y garantiza mejor la viabilidad del sistema farmacéutico”.

Medicamentos. La orden publicada el pasado día 2 revisa a la baja los precios de 14.479 medicamentos, de los que 11.735 son dispensables en farmacia y 2.744 de uso exclusivo en hospitales.

Ahorro. Según los cálculos del Ministerio de Sanidad, la revisión producirá en todo el Estado un ahorro, sólo en fármacos dispensados en farmacia, superior a los 126 millones de euros, de los que 14,55 millones repercutirán directamente en el ciudadano.

Precedente. La anterior actualización de los conjuntos de referencia de medicamentos y de sus precios se produjo por medio de la Orden SSI/2160/2015, de 14 de octubre de 2015.

El sistema de precios de referencia se implantó en el Estado español hace más de una década con el objetivo de controlar los precios de los medicamentos financiados y rebajar el gasto. Establece una revisión anual.

En esencia, este sistema implica que, desde el momento en que un medicamento, por haber caducado su patente, cuenta con un genérico bioequivalente (considerado intercambiable), con carácter general solo es financiado si reduce su precio al de referencia. No obstante, a igualdad de precios, se prioriza la dispensación de genéricos.