londres - El británico Richard Huckle, de 30 años, fue condenado ayer por un tribunal de Londres a cadena perpetua tras admitir 71 cargos de abusos sexuales de menores en Malasia. El tribunal de Old Bailey dispuso esta pena por los delitos cometidos por Huckle a niños pequeños de edades comprendidas entre los seis meses y los 12 años entre los años 2006 y 2014.

Los medios británicos indicaron que, a pesar de los 71 casos admitidos por el condenado, se estima que Huckle pudo abusar de hasta 200 víctimas, principalmente procedentes de comunidades de escasos recursos en Kuala Lumpur. Según consta en el proceso judicial, el condenado se presentaba como cristiano practicante y visitó Malasia por primera vez al acabar el colegio secundario para enseñar inglés.

“Es muy raro que un juez tenga que condenar por delitos sexuales a una sola persona por un nivel (de abusos) tan enorme como este”, afirmó el juez Peter Rook al dictar la sentencia.

Los responsables de la investigación hallaron más de 20.000 fotografías y vídeos de los abusos que practicaba Huckle a los menores. No contento con esto, las imágenes fueron después compartidas por el propio condenado con otros pederastas en todo el mundo a través de internet y redes sociales. - Efe