MADRID. Con la primavera no sólo se altera la sangre, sino que también lo hace la salud mental, ya que es una época en la que se suele padecer tristeza, ansiedad, pérdida de apetito, de la sexualidad y apatía como consecuencia de los cambios horarios y del aumento de las horas de luz.
Y es que, tal y como ha explicado a Europa Press el profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, Manuel Armayones Ruiz, durante esta época se producen alteraciones en algunas hormonas como, por ejemplo, en la melatonina o la serotonina, encargadas de regular el estado emocional y anímico.
"Somos animales sometidos a los vaivenes de la naturaleza y los cambios de luz y de temperatura nos suelen producir estos síntomas, los cuales suelen durar un mes o un mes y medio, aunque es verdad que hay personas que aseguran que no lo superan hasta comienzos de julio", ha argumentado el doctor.
NO A TODOS LES AFECTA IGUAL
No obstante, y aunque suelen ser habituales estos síntomas, no a todas las personas les afectan de igual manera. En este sentido, Armayones Ruiz ha comentado que aquellos que tienen personalidades con tendencia a la depresión o algún tipo de patología mental o psiquiátrica son los que tienen un mayor riesgo de padecerlos.
Ahora bien, aunque no se tenga ninguna patología de base, si no se tiene un estilo de vida saludable es más probable que se padezcan estos síntomas, o que sean más acusados. Por ello, el experto ha destacado la importancia de dormir ocho horas, tener horarios ordenados, hidratarse bien y realizar 30 minutos de actividad física cada día.
Estos consejos, prosigue, sirven también para combatir estos síntomas, también conocidos como la astenia primaveral. "Es importante tener en cuenta que no es una enfermedad y que, por tanto, no necesita medicación. Sin embargo, si estos estados de tristeza, apatía o falta de energía persisten una vez finaliza este periodo es aconsejable que acudan al médico para que valore la posibilidad de un trastorno mayor", ha zanjado. Autor: LRB