Bilbao - Neumólogos vascos han elaborado para Osakidetza un protocolo -auspiciado por la Sociedad Vasco-Navarra de Patología Respiratoria- que marca las pautas y los pasos para el diagnóstico y seguimiento de las patologías relacionadas con la manipulación del amianto. Desde que Osalan, el Instituto de Salud laboral, dispone de una base de datos sobre los trabajadores que han estado expuestos al amianto, hay registrados 7.116 afectados, aunque se calcula que hay más personas que estuvieron expuestas a dicho material.
Según Isabel Urrutia, neumóloga del Hospital de Galdakao, “el objetivo es detectar las enfermedades y una vez detectadas hacer el seguimiento. Queremos que los neumólogos tengamos un protocolo uniforme de tal forma que los pacientes reciban un control individualizado, teniendo en cuenta el tiempo de exposición al amianto. Asimismo, nos hemos comprometido a recoger los datos para contar con más información que nos pueda ser útil en la mejora de nuestra práctica médica”, explica. Urrutia pone de manifiesto que las consultas de Neumología llevan muchos años viendo patologías relacionadas con el amianto.
El protocolo está enfocado para los trabajadores que se encuentran en periodo de prejubilación y jubilación cuya asistencia sanitaria deja de depender de los servicios de prevención de las empresas y deben ser atendidos por Osakidetza. “Ahora lo que nos encontramos son pacientes con enfermedades producidas por amianto que, una vez jubilados o que han cambiado de actividad laboral, pasan a cargo de los servicios de asistencia sanitaria públicos por lo que se necesita un adecuado protocolo de actuación,” reflexionan desde la Sociedad Vasco Navarra del Aparato Respiratorio.
cáncer de pleura, lo más grave Los problemas que tienen estos enfermos son consecuencia de la exposición prolongada al asbesto que produce enfermedades del aparato respiratorio. “Dentro de estas enfermedades tenemos unas patologías benignas como las placas pleurales que tienen muchos afectados porque es un signo de que han estado expuestos al amianto, pero no están enfermos, no descartándose que en el futuro puedan desarrollar otras patologías. Y también existe un tipo de fibrosis pulmonar que es la asbestosis, que es una dolencia más seria porque limita la capacidad pulmonar”, explica Urrutia.
“Y dentro de la patología maligna -añade- se puede diagnosticar un mesotelioma, o lo que es lo mismo, cáncer de pleura, que es muy grave, y el cáncer de pulmón, que también puede resultar mortal. El mesotelioma pleural es incuestionable que está provocado por el amianto. El problema es el cáncer de pulmón que como está provocado por más causas resulta difícil determinar si es por el tabaco o por el amianto. Los que han fumado y han trabajado con amianto multiplican el riesgo”, subraya Urrutia.
Las graves consecuencias médicas que provoca empezaron a ser evidentes en la década de los años ochenta cuando aparecieron los primeros casos. Hay que señalar que el amianto fue muy utilizado en la industria vasca desde la década de los años 50 hasta su prohibición en 2001. Sin embargo, se cree que puede seguir siendo el causante de muchas patologías, algunas de ellas mortales, hasta 2040, ya que el periodo que transcurre desde que una persona está expuesta hasta que desarrolla una enfermedad va de los diez hasta los cuarenta años. De hecho, se estima que entre los años 2016 y 2020 pueden fallecer en el Estado español 1.319 personas debido a este tipo de material y los tumores que provoca, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III, el Consorcio de Investigación Biomédica de Epidemiología y Salud Pública y el Ministerio de Sanidad.
A juicio de Isabel Urrutia “el objetivo del protocolo es agrupar los criterios de valoración para unificar las pruebas. Y en principio es para trabajadores jubilados porque mientras están en activo es la mutua la que se encarga de la vigilancia mientras que cuando el sujeto se jubila pasa a cargo de Osakidetza”. “Nosotros no podemos evitar ninguna enfermedad pero con este protocolo de seguimiento intentamos diagnosticar a tiempo el cáncer de pulmón que hoy por hoy es uno de los que tiene peores tasas de curación”, dice Urrutia.
Esta neumóloga pone de manifiesto que el diagnóstico del cáncer de pulmón en estadios tempranos puede modificar el pronóstico del mismo. El objetivo por tanto de este protocolo es realizar una serie de pruebas encaminadas a un diagnóstico precoz. “Un ejemplo de nuestro camino a seguir es el que ya han iniciado nuestros colegas de Navarra desde 2014. En este territorio llevan ya unos años aplicando un protocolo similar a este que nosotros queremos implementar en Euskadi”.
Además en los últimos años se han recogido evidencias singulares y existe una sentencia que reconoce la influencia del amianto en la salud de las personas que lavaron la ropa de los trabajadores expuestos al citado material. “A veces viene a la consulta el trabajador con su esposa y si la señora manipulaba el traje también tiene riesgo y eso ha sido reconocido jurídicamente “, concluye Isabel Urrutia.