BILBAO. Según ha informado hoy el consistorio en una nota, el desalojo de ayer se prolongó hasta las 11 de la noche y después se reunió en el polideportivo a las personas que no tenían donde pasar la noche, para lo que se preparó, con la ayuda de Cruz Roja, un dispositivo para atender a 300 personas.

Sin embargo únicamente 6 personas no tenían alojamiento y el ayuntamiento ubicó a cuatro de ellas en la residencia de mayores y a los otros dos en un hostal de la localidad.

El ayuntamiento, que hoy volverá a reunir el gabinete de crisis para analizar la situación, ha agradecido la colaboración de los vecinos para alojar a todas las personas que han abandonado sus 176 viviendas situadas junto a la ladera Kamiñalde.

El alcalde, Zunbeltz Bedialauneta, ha explicado que "los técnicos no saben con exactitud cómo y cuándo van a caer las piedras ni tampoco el daño que pueden ocasionar y nosotros tenemos que garantizar la seguridad de nuestros vecinos y por eso tomamos la decisión de desalojar 92 viviendas más".

Los consejeros vascos de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi, y el de Políticas Sociales, Ángel Toña, se desplazarán esta mañana a la localidad costera vizcaina para conocer la situación antes las posibles medidas a adoptar por el Gobierno Vasco.

La ladera de Kamiñalde se desplomó parcialmente el pasado martes y obligó a desalojar 84 viviendas por el riesgo de que las piedras impactasen contra los edificios y ayer, sobre las tres de la tarde, se produjo un nuevo desprendimiento con piedras de gran tamaño, por lo que se desalojó otras 92 viviendas de la zona, que ya estaba acordonada.