Madrid - “No hay apoyo ninguno. Estás como en una tempestad con una barquita de papel”, dice el padre de Hugo Medina, al que sigue buscando después de que su ex pareja se lo llevara hace seis años. Es una de las “pesadillas” en las que viven los familiares de las 14.000 personas que desaparecen al año en el Estado. Ayer fue el día de las personas desaparecidas sin causa aparente y el padre de Hugo acudió a la concentración convocada en la puerta de CaixaFórum de Madrid por la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas, QSDGlobal.
Sobrecogidos y en muchos casos llorando, los familiares de decenas de hombres, mujeres y niños desaparecidos -en ocasiones desde hace veinte años y en algunos casos desde hace escasos días- sostuvieron carteles con las fotos de sus allegados durante el acto entre ellos, el del gasteiztarra Borja Lázaro. Durante la concentración se leyó un texto en el que recuerda que anualmente desaparecen en el Estado entre 10.000 y 14.000 personas. La mayoría aparece en pocos días, pero aproximadamente el 8% no lo hace.
Las palabras de Pablo Egiluz pidiendo que el caso de su hijo sirva para que otros Hodei no caigan en el olvido fueron escuchadas entre lágrimas el domingo en Amberes por familias como la de Miguel Ángel Martínez que sueñan con terminar con una pesadilla que dura años y que hasta ahora han recorrido en soledad.
Miguel Ángel Martínez Santamaría (Sondika, 1960) desapareció en 2005 en Suecia y su supuesto cadáver apareció flotando en aguas de Estocolmo sin corazón y con medio hígado. Debido al mal estado en que se encontró no se le pudo identificar por las huellas dactilares. La familia de Mikel -como le llamaban sus amigos y sus compañeros del Hospital Brompton de Londres donde trabajó como celador- tocó las puertas de todas las instituciones suecas, europeas, españolas y vascas que ha podido para pedir que se abra una investigación y para denunciar las “irregularidades” que, según su hermana Blanca, copan este caso.
Cuando apareció el cadáver de Hodei el pasado 11 de febrero y el lehendakari Iñigo Urkullu se solidarizó con esta familia y con todas las que están en una situación similar, Blanca no se lo pensó dos veces y le escribió para contarle el caso de su hermano y decirle que sus padres, Ángel e Isabel, de 85 y 83 años, no han recibido en diez años ni una llamada telefónica de apoyo de ninguna institución. Blanca cuenta que en su misiva no omitió su rabia y su enfado, no sólo por la falta de acompañamiento, sino también por las “humillaciones” que ha recibido por parte de algunas instituciones cuando ha acudido a ellas. “Me han llegado a decir que a mi hermano lo mataron porque era un vagabundo, un loco y un mierda”, señala.
Su carta al lehendakari ha tenido respuesta y Lehendakaritza le ha ofrecido acompañamiento y ayudarle a buscar respuestas. El alcalde de Getxo, Imanol Landa, municipio en el que vive la familia, también ha trasladado a Blanca su apoyo.
Hoy acudirá a Galdakao para apoyar a Pablo y a Koro en la despedida de su hijo Hodei que ha impulsado, a partir de las 20:00 horas, el Ayuntamiento de Galdakao en la explanada situada frente al Ayuntamiento. En este sentido, lo que Blanca anhela es un trato “igualitario” y que no haya más desaparecidos enterrados “sin nombre”, como su hermano, cuyo cadáver fue entregado a la familia “sin identificar” y continúa enterrado en Londres a la espera de una prueba de ADN.
Premio a Galdakao Precisamente, el alcalde de Galdakao, Ibon Uribe, recogió ayer el Premio 9M que concede en Madrid la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSDGlobal, impulsada por el periodista Paco Lobatón, por el apoyo brindado a la familia de Hodei Egiluz. Entre los premiados también figuran la eurodiputada del PNV, Izaskun Bilbao, como responsable del primer seminario para la búsqueda de soluciones europeas a este fenómeno, y el forense Paco Etxebarria, de quien se destacó su “excelencia” e “implicación” en sus investigaciones vinculadas con los desaparecidos en la Guerra Civil y la identificación genética de los restos de los niños cordobeses Ruth y José asesinados en 2011.