BILBAO. La madre acudió a IVI Bilbao en 2012, tras conocer el diagnóstico de su enfermedad, para preservar su fertilidad antes de que su tratamiento oncológico pudiera dañar su capacidad reproductiva.

En 2014, una vez recuperada y con el alta médica, volvió a la clínica para realizar un tratamiento de fecundación in vitro con la técnica ICSI, utilizando los óvulos que había preservado previamente. Nueve meses después nació el primer bebé del programa de Preservación de la Fertilidad de esta clínica vasca.

PRESERVACIÓN DE FERTILIDAD

El Plan de Preservación de Fertilidad de IVI Bilbao ha asumido más de un centenar de tratamientos de preservación por motivos oncológicos desde su puesta en marcha en 2007.

Para llevar a cabo esta decisión existen varias opciones. Una es la vitrificación de ovocitos, que consiste en la criopreservación -inmersión directa en nitrógeno líquido a una temperatura de -196ºC- de los óvulos maduros conseguidos tras la estimulación ovárica, con el fin de usarlos una vez superada la enfermedad con la misma calidad con la que se guardaron.

Por otra parte, existe la congelación de corteza ovárica para trasplantarla tras el cáncer, y que permitiría incluso conseguir gestaciones espontáneas al recuperar la paciente su capacidad para ovular. Esta técnica se aplica en aquellos casos que requieren un inicio inmediato de quimioterapia -sin tiempo para la estimulación ovárica-, en mujeres en las que este proceso está contraindicado y en niñas diagnosticadas antes de la pubertad.