Madrid - La Organización Médica Colegial (OMC) aprobó ayer una declaración de la Comisión Central de Deontología (CCD) en la que se afirma que los profesionales que desaconsejan las vacunaciones indicadas en el actual calendario actúan de manera inadecuada y se plantea la obligatoriedad de las mismas. Así lo señalaron los médicos durante su asamblea general, en la que expusieron que la vacunación protege a la población infantil de enfermedades como la viruela, la polio, el sarampión o la difteria y que los efectos secundarios que aparecen con alguna frecuencia “son muy leves y los graves son excepcionales”.
Los médicos comentaron, según un comunicado de la OMC, que las opiniones en contra de la vacunación infantil, en las que se maximizan los efectos secundarios y se asegura que pueden aparecer a largo plazo (autismo y enfermedades neurológicas), ofrecen unos postulados que crean “una infundada alarma social”.
Para la CCD, la información a la población por parte de las administraciones sanitarias, profesionales y laboratorios es de “especial relevancia ética”. Los médicos resaltaron que se debe plantear que se legisle la obligatoriedad de las vacunas “de forma similar a la del cinturón de seguridad en coches o casco en motos”. Recordaron que la vacunación en el Estado español, a diferencia de otros países, no es obligatoria aunque forma parte de la cartera de servicios de Atención Primaria y que “la negativa familiar a la vacunación plantea un conflicto de valores entre el derecho de los padres a la crianza de sus hijos según los valores y creencias”.
“Los médicos tienen el deber deontológico de promover la vacunación universal” en aquellas enfermedades en que se ha demostrado su probada eficacia y deben recordar que son “el garante del mayor beneficio para el menor ante situaciones en las que se ponga en riesgo su salud”, añadió la OMC.
La decisión de la organización llega precisamente cuando la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) ha dicho que es contraria a imponer la vacunación de manera obligatoria porque “lo que suele pasar cuando alguien obliga a algo, es que surge el sentimiento de rechazo”. Los pediatras comentaron el pasado jueves que los conocidos como movimientos antivacuna en el Estado son “anecdóticos” ya que las tasas de cobertura vacunal en la infancia rondan el 95 % y que, del 5% restante, sólo la mitad están en contra de las vacunas.
Por otro lado, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, indicó ayer que la mujer catalana embarazada y contagiada del virus Zika se encuentra “bien”, Según Alonso en el Estado hay unos 60 los casos “bajo sospecha”. Lo normal, dijo, “es que haya más casos y que sean importados” porque el riesgo de transmisión a nivel local es “bajo”. El también titular, en funciones, de Servicios Sociales e Igualdad recordó así que el diagnosticado en Catalunya es un caso importado y no hay autóctonos, por lo que el riesgo en España “sigue siendo bajo”.
Además, el ministro de Sanidad espera que la próxima semana se apruebe, en la Comisión Nacional de Salud Pública, un protocolo para las enfermedades transmitidas por este tipo mosquito, fundamentalmente para el virus Zika, pero también para otras producidas por el mismo vector. - Efe