Bilbao - La Universidad del País Vasco (UPV/EHU) no acaba de encontrar la senda de su recuperación financiera. A los recortes de los últimos siete años se suma ahora la obligación impuesta por el Gobierno Vasco de adelantar el cien por cien de los 31 millones del contrato-programa con recursos propios, lo que ha generado “frustración” e “inseguridad” en el seno de la comunidad universitaria. Así lo manifestó ayer el rector, Iñaki Goirizelaia, en la presentación del anteproyecto de los presupuestos aprobado por el Consejo de Gobierno de la UPV/EHU que este año ascienden a 402,7 millones de euros, un 1,5% más. Según Goirizelaia, el “camino lleno de restricciones, obstáculos y dificultades en esta grave crisis económica” ha puesto en evidencia la necesidad “de cambiar el modelo de financiación” para poder desarrollar sus políticas educativas y de investigación a medio-largo plazo con “garantías”.

Goirizelaia no ha ocultado estos años su preocupación por la falta de estabilidad económica que vive la universidad pública. Pero nunca hasta ayer había sido tan claro a la hora de señalar a los responsables de que la UPV/EHU se tenga que resignar a abrir la persiana dentro del competitivo mundo universitario. Una idea que Goirizelaia resumió así: “Vamos a seguir haciendo la mejor universidad posible con los recursos que la sociedad vasca pone en nuestras manos y con recursos propios”.

El problema que ha inclinado la balanza ha sido el cambio introducido por el Departamento de Educación en el sistema de pago de los contratos-programa del Plan Universitario 2015-2018 recién aprobado. Según el rector, la Ley de Presupuestos de la CAV “ha alterado, desgraciadamente” la estabilidad relativa que aportaban los 1.230 millones de euros del Plan Universitario. Este año, por primera vez, la universidad tendrá que adelantar toda la partida del contrato programa para 2016 utilizando los fondos logrados gracias a su financiación externa y recibirá la cantidad adelantada en el siguiente ejercicio económico. Es decir, que si en 2017 el Ejecutivo Urkullu se tiene que volver a apretar el cinturón y recorta los fondos a la universidad, la UPV/EHU debería asumir la pérdida del dinero adelantado, lo que generaría un desequilibrio en su ya maltrecha tesorería. Hasta la fecha, el Gobierno vasco adelantaba parte de la financiación de los contratos programas y la UPV/EHU recibía el resto tras justificar los gastos. Así ha sido desde el anterior Plan Universitario. Lakua adelantaba el 46% y tras ejecutar los proyectos la UPV/EHU recibía el 54% restante. Los porcentajes han ido variando por la crisis hasta un pago del 20%/80%. Este año, la UPV/EHU será la que adelante el dinero, el 100% del contrato-programa. - I. A.