Ciudad del Vaticano - El Papa Francisco pidió ayer perdón por los recientes escándalos vividos en el Vaticano y citó también las virtudes que deben tener los miembros de la Curia romana. Entre ellas, ser honestos, no traicionar la confianza y evitar los escándalos que amenacen la credibilidad de la Iglesia.
“Me gustaría pedir perdón por los escándalos que se han vivido en el Vaticano”, afirmó Jorge Bergoglio antes de pedir “rezar por las personas involucradas, para que quien se ha equivocado se arrepienta y pueda recuperar el camino correcto”. El Papa Francisco realizó estas reflexiones durante un encuentro mantenido en el Vaticano con miembros de la Curia romana, a los que dirigió sus felicitaciones navideñas.
En su discurso, el Papa lamentó que haya “enfermedades curiales” que requieren “prevención, vigilancia, cura y, por desgracia, en algunos casos intervenciones dolorosas y prolongadas” y sostuvo que algunas de estas enfermedades “se han manifestado a lo largo de este año, causando dolor e hiriendo a tantas almas, y también provocando escándalos”. A pesar de esto, prosiguió, las reformas de la Iglesia católica “van hacia delante con determinación, lucidez y resolución”.
Aunque Francisco no citó ningún ejemplo concreto, sus declaraciones se produjeron mientras que en el Vaticano está abierto el proceso que juzga a cinco personas acusadas de filtrar y publicar documentos financieros de carácter reservados de la Santa Sede, en el conocido como caso Vatileaks2, uno de los mayores escándalos de la Iglesia.
El pontífice argentino dirigió a la Curia reunida en el Vaticano un discurso en el que citó las “virtudes necesarias” que deben tener los miembros de la Iglesia. En lo que denominó “catálogo de las virtudes necesarias”, Jorge Bergoglio describió la “ejemplaridad para evitar los escándalos que hieren las almas y amenazan la credibilidad de nuestro testimonio”. - Efe