París - La cumbre del clima de París (COP21) aprobó ayer el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático, en el que 196 países, tanto desarrollados como en desarrollo, se comprometen de manera a transitar de manera conjunta hacia una economía baja en carbono. Avanzada la tarde, el presidente de la COP21, Laurent Fabius, dio el esperado martillazo del consenso en el plenario de la cumbre y dijo: “Acabamos de hacer una cosa grande”, en medio de los aplausos y abrazos de los presentes.El presidente francés, François Hollande, se incorporó nada más aprobarse el acuerdo y se fundió en un fuerte abrazo con el secretario de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, mientras al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se le caían lágrimas de emoción.

Para lograr el acuerdo que marca el inicio de un nuevo modelo de desarrollo han hecho falta veintiún años de cumbres del clima y doce meses de intensos esfuerzos diplomáticos. “Este es el acuerdo más complejo que se ha negociado nunca”, reconocieron los secretarios tanto de Naciones Unidas como de la convención de cambio climático de la ONU, Christiana Figueres. Para lograr ese objetivo, recoge compromisos nacionales de lucha contra el cambio climático de cada una de las 196 partes del acuerdo y obliga a los países tanto a rendir cuentas de su cumplimiento como a renovar sus contribuciones al alza cada cinco años.

acuerdo vinculante El texto final propone un acuerdo jurídicamente vinculante con objetivos revisables cada cinco años y un objetivo de limitar el calentamiento del planeta a 2 grados centígrados sin renunciar a lograr que esta cifra sea de 1,5 grados centígrados, según anunció el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius.

Además, añadió que se trata de un “objetivo ambicioso pero necesario” y que será revisable cada cinco años para que las contribuciones nacionales sean mayores. Del mismo modo, Fabius valora que también reserva un lugar cada vez mayor a la adaptación sobre todo para los países más vulnerables y que, para ello, incluye la movilización de una contribución mundial de 100.000 millones de dólares anuales de aquí a 2020 y que en 2025 se fijarán nuevos objetivos. “Se trata de demostrar al mundo que nuestro esfuerzo colectivo suma más que la suma de voluntades particulares. Ha llegado el momento de centrarse, no en las líneas rojas, sino en las líneas verdes. La respuesta (al cambio climático) es claramente este texto que hemos creado juntos; el nuestro”, insistió Fabius. Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, calificó el texto final de “histórico” porque su ambición es dar al planeta un nuevo camino hacia un futuro para reducir las emisiones y elogió los compromisos y el liderazgo de los jefes de Estado y de Gobierno, de los ministros, de negociadores y de miembros de delegaciones.

“Ha llegado el momento de reconocer que los intereses nacionales se resuelven mejor desde la colectividad y la responsabilidad global. Los pueblos están más amenazados que nunca y necesitamos todas nuestras manos en este asunto”, señaló.

El presidente de Francia, François Hollande, agradeció a Ban su “obstinación” para lograr que las partes se sentaran para firmar el acuerdo.

Para Hollande, la “única cuestión que vale la pena” es aprobar lo que no se pudo en Copenhague y que provocó una “inmensa decepción”. Por ello, consideró este acuerdo como “el último paso, el decisivo”.

la línea roja Mientras los líderes políticos reunidos en la cumbre del clima (COP21) ultimaban la adopción del acuerdo, en las calles de París se concentraron miles de ciudadanos en defensa del medioambiente.

Cerca del Arco de Triunfo, manifestantes unidos por el color rojo en sus prendas, banderolas o paraguas formaron un cordón humano a ambos lados de la avenida Grande Armée como símbolo de la línea roja que no se debe traspasar con el clima.

Entre ambas columnas, activistas con rosas y tulipanes rojos en honor a las víctimas del calentamiento global desplegaron una pancarta con el lema “Paremos el crimen climático”.

A pesar de la prohibición de manifestarse, la Prefectura de Policía autorizó varias concentraciones en la capital y movilizó a 2.000 agentes para controlarlas, indicó el prefecto, Michel Cadot.Los participantes tuvieron que pasar los controles de los agentes antes de sumarse a las mismas. La desconfianza hacia el documento pactado era generalizada entre los asistentes que lo calificaron como un “acuerdo mediocre”. - Efe / E.P.

La UE se muestra esperanzada en el futuro. Los principales representantes de las instituciones de la Unión Europea (UE) calificaron el acuerdo climático como un hito “histórico” que “da esperanza” y “futuro”.

España cree que supondrá un cambio “radical”. La ministra española de Agricultura y Medioambiente, Isabel García Tejerina, consideró que el contenido del acuerdo es “tremendamente ambicioso” y supondrá un cambio “radical”.

El primer ministro británico celebró el primer acuerdo climático global alcanzado en la cumbre de París, que asegura que permite garantizar el futuro de “nuestros hijos y nietos”.