Las aguas presupuestarias del Ayuntamiento y de la Diputación andan revueltas en busca de una mayoría que garantice la vida institucional con gastos/ingresos engrasando la dinámica de municipio y territorio. Gorka Urtaran y Ramiro González buscan reunirse, acordar y llevar a buen puerto propuestas de apoyo de la oposición. La legislatura se llamará negociación; de forma dramática y variable en el Consistorio y más cómodamente en el palacio provincial.

Cada responsable en Juntas y Ayuntamiento busca aliados para sus causas presupuestarias. En el caso municipal, lastradas por unas decenas de millones de euros heredados como déficit, que obligarán a ajustes, recortes, adaptaciones de gasto, como quieran ustedes llamar a esta situación de ahogo dinerario.

Las huestes de la cultura alavesa se han convocado en el entorno asociativo para la solicitud de subvenciones públicas, que es la única forma de financiar bailarines, cantantes, músicos, actores, escritores, escultores, pintores y demás tropa de la cultura que nacen, se hacen y producen arte en nuestras latitudes y que buscan el apoyo de las instituciones públicas.

El mecanismo de las subvenciones hay que engrasarlo y distribuirlo en estos tiempos de congoja y ajustes múltiples. Toda sociedad democrática desarrollada funciona de este modo para fortalecer patrimonio cultural, ayuno del apoyo privado, salvo en casos excepcionales, de cajas y otras entidades similares.

La constitución de este mecanismo es buena noticia para desarrollar plan estratégico de legislatura, engranando los tres niveles de subvención, pero teniendo bien claro que la política cultural la marcan los representantes del pueblo, y que no pueden ser sustituidos por asamblearios y comprometidos agentes de acción cultural.

Lo que se mueve en el fondo de estas aguas agitadas es determinar la cantidad de pasta a repartir entre diversos y múltiples elementos que luchan por sobrevivir en estos pagos de cultura provinciana. Coordinación, estudios e informes de situación alimentados con datos casi exhaustivos, negociación para proteger a los minoritarios y potenciar a los novatos pueden ser ejes de un plan necesario, pero sabiendo que la capacidad de acción es colaborativa, nunca decisoria, para no suplantar esquemas democráticos y debe quedar claro que la prioridad la marcan los políticos. Cambiamos de tercio.

Está tardando, pero tiene que caer de un momento a otro la sustitución del obispo de la diócesis, dada la situación de jubilación en la que está plácidamente asentado el navarro Monseñor, feliz en Santa María, restaurada y en plena actividad de culto y liturgia.

No son ya las diócesis vascas motivo de preocupación y agitación en asuntos como violencia terrorista y demanda de diócesis propia, petición aletargada y relegada a la pequeña iglesia paralela (Herria Eliza 2000) en horas de escasa efervescencia pastoral y social. Cierto que esta situación de sede vacante afecta más a la Iglesia que al resto de la sociedad que vive cómodamente instalada en un estado aconfesional amparado por la vigente constitución.

El histórico canónigo Dimas Sotés se habrá revuelto en su tumba con la noticia de la marcha de Carlos Mena, como director del coro de tiples de la catedral, que se buscaba revitalizar y recuperar. El coro de los seises se ha quedado huérfano de director por desavenencias con el Capítulo de Canónigos. ¡Buenos son ellos, en esto del mandar y mangonear! Y vamos acabando.

Jesús Gómez y Juan José Zurro son dos cartófilos, que es pasión guardadora que se agranda en estos profesionales del coleccionismo, filatelia y numismática. Los citados están empeñados en producir Catálogo General de la Tarjeta Postal en Álava y han publicado el tercer volumen que abarca tarjetas impresas entre 1917 y 1936.

Empeño cultural que debiera seguir contando con el apoyo público como ocurriera en 2015 gracias a una moción del grupo socialista, que permitió a los autores seguir con esta monumental publicación, única en el estado español y digna de encomio y apoyo.