Bilbao - Malas notas, borracheras, agresividad, acoso... La adolescencia puede ser una etapa de aprendizaje más o convertirse en un auténtico infierno y una pesadilla para muchos padres. Lo sabe bien Aranzazu Fernández Rivas, jefa de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital de Basurto que lidia cada vez más con esta problemática.

Los trastornos de conducta entre los chavales están a la orden del día.

-Sí, lamentablemente estos trastornos son cada vez menos desconocidos entre las familias. Y especialmente se están incrementando entre las chicas. Es verdad que se ha investigado más las conductas agresivas en los chicos pero entre las chicas estamos ya en porcentajes del 1 al 3% de chavalas con problemas de agresividad, de conflictividad en la familia o de trastornos alimenticios.

Pagan además un precio muy alto.

-Sí, porque las consecuencias son muy graves, son abandono de estudios, relaciones sociales no recomendables, embarazos adolescentes, consumos excesivos de alcohol, iniciación en el mundo de las drogas ilegales... En la adolescencia los trastornos de conducta son la patología psiquiátrica más cara y más grave, incluso por encima de la psicosis.

Son motivo de consulta hasta de un 40% de los chavales que acuden a los servicios de salud mental.

-Eso es en consultas ambulatorias de los centros de salud mental pero en hospitalización, el motivo de ingreso de un adolescente en una unidad de hospitalización psiquiátrica, como es la nuestra en Basurto, es de aproximadamente el 40 o el 50% de los casos. Agresividad, conflictos, fugas... Lamentablemente eso va aumentando con los años.

¿Estos desórdenes son un camino de iniciación a las drogas?

-Los trastornos de conducta van unidos a todos aquellos comportamientos que son impulsivos, por eso conlleva consumos desmedidos de alcohol, de drogas, el no obedecer horarios en casa, el llegar al día siguiente o pasar fuera todo el fin de semana, todo eso va unido.

Ustedes investigan este fenómeno especialmente en las chicas.

-Sí porque son las menos conocidas y porque ellas tienen en mayor medida consumos de alcohol y de drogas a niveles patológicos. Lo que se pasa es que se ha venido investigando este tema en los varones y se planteaba que el conocimiento adquirido lo trasladásemos a las chicas, pero luego vemos visto que los comportamientos no son tan lineales. La conducta de las chicas es diferente y también los síntomas que presentan dentro de esta enfermedad o también las dolencias que van asociadas.

¿Por ejemplo?

-Sí porque no solo se aumenta el consumo de droga o alcohol, a veces hay trastornos de ansiedad, o pueden conllevar trastornos depresivos etc...

Además no deja de crecer.

-En los últimos 20 años se está viendo en todos los países occidentales un notable incremento de los trastornos de conducta en adolescentes. Tampoco se escapan los adolescentes vascos que presentan una tasa semejante al resto de los europeos. Y se ve que es más frecuente en áreas urbanas que en áreas rurales.

¿Qué razones pueden existir para estos comportamientos?

-Es que no se conocen las razones. Podemos hacer hipótesis, tipo de crianza, estilo de educación y normas... pero no podemos defender las razones exactas. Por eso en este estudio pretendemos investigar los motivos que provocan estos trastornos. La parte genética, qué tiene que ver con la personalidad, si influyen o no las hormonas...

¿E influyen?

-Creemos que sí porque se produce un aumento de los trastornos de conducta a partir del desarrollo en la pubertad. Y parece que el cambio hormonal coincidiendo con la adolescencia influye en los comportamientos más agresivos. Por eso estamos estudiando este problema en un proyecto muy ambicioso que es la primera vez que se desarrolla a nivel internacional de un modo tan exhaustivo.

Si el problema no se ataja puede empeorar.

-Sí, por eso se considera una de las patologías más caras porque va a limitar el desarrollo de esos adolescentes a lo largo de toda su vida. No sólo es el gasto actual de los tratamientos, sino que les limita su desarrollo de maduración personal y se desconoce a qué nivel de formación van a llegar, a qué nivel de estabilidad en sus relaciones interpersonales etc...