Bilbao - Parece que lo tienen todo pero les falta algo. En ocasiones las consecuencias de la adolescencia suelen ser perversas: trastornos de conducta, agresividad, enfrentamientos constantes con los padres... Los trastornos de conducta son una patología cada vez más prevalente en el adolescente. Se piensa que afectan, al menos, a entre el 6 y el 16% de los varones y hasta el 3% de las chicas. En los últimos años, se ha incrementado notablemente el número de chicas con estos trastornos que derivan en comportamientos agresivos. Los problemas típicos que presentan estas jóvenes son conflictividad familiar, abandono de estudios, embarazos adolescentes, dificultades de integración en la vida laboral, abuso de drogas o delincuencia.
Para abordar este problema, cada vez más acusado, se reúnen desde ayer en Bilbao expertos internacionales que participan en un proyecto de investigación que estudia los trastornos de conducta en chicas adolescentes liderado por la directora del Departamento de Psiquiatría de Niños y Adolescentes del Hospital de Frankfurt, Christine M. Freitag. En Basurto, que este año acoge la reunión de puesta en común de conclusiones, la responsable del proyecto, la doctora Aranzazu Fernández Rivas, jefa de Psiquiatría infanto-juvenil, constata el incremento de casos y detecta diferencias de género de este tipo de trastornos.
Los datos recabados hasta el momento evidencian su alta frecuencia. De hecho, son el motivo de consulta del 25-40% de los adolescentes que se atienden en los dispositivos de salud mental extrahospitalarios y la causa de ingreso psiquiátrico de más de la mitad de los adolescentes atendidos en las Unidades de psiquiatría infanto-juvenil.
Este proyecto de investigación multicéntrico estudia a chicas que presentan trastornos de conducta de edades comprendidas entre la infancia tardía y la adolescencia. Hasta ahora la mayoría del conocimiento sobre las causas, curso de la enfermedad y opciones terapéuticas se basaba predominantemente en los estudios realizados en chicos. Aunque estos desórdenes ocurren más frecuentemente en varones que en mujeres, las chicas también padecen esta enfermedad que, en muchos casos, les aboca a futuros negativos y a serias limitaciones en su desarrollo psicosocial.
El estudio internacional examina, entre otros aspectos, cuál es la relación entre predisposición genética y las influencias ambientales o cuáles son los papeles que desempeñan el sistema nervioso autónomo y el sistema hormonal de estrés. Además se estudia detalladamente aspectos neurocognitivos y se investiga qué función desempeña la regulación y el procesamiento de las emociones en las chicas afectadas. Además del estudio de las causas, esta investigación tiene como objetivo evaluar opciones terapéuticas prometedoras.
Los expertos coinciden, no obstante, en que el diagnóstico psicopatológico en las crisis de la adolescencia no resulta siempre es fácil. El diferenciar una sintomatología propia del desarrollo adolescente de una verdadera identidad psicopatológica en ocasiones puede ser complejo; en otras ocasiones la sintomatología propia de la crisis adolescente se superpone a un trastorno psiquiátrico dificultando el diagnóstico de este último. Esta dificultad es más evidente en el diagnóstico de adolescentes con estos trastornos de conducta.