oviedo - La respuesta a la histórica marcha de Madrid donde miles de personas alzaron la voz contra la violencia machista no se ha hecho esperar. Y es que las cifras de las últimas 72 horas son demoledoras. La lacra continúa y la violencia machista se ha cobrado la vida de un total de seis personas en solo tres jornadas. La muerte ayer de una mujer en Oviedo eleva a cuatro las víctimas a manos de sus parejas o exparejas registradas desde el sábado, con lo que ya son 45 las mujeres asesinadas en lo que va de año. A estas muertes hay que añadir la de un hombre, asesinado también ayer en Logroño y que era el actual compañero sentimental de la expareja del presunto asesino. Además a este goteo trágico habría que sumar la muerte de una mujer de Vigo en la noche del domingo a quien su hijo asestó “siete u ocho puñaladas” con un cuchillo jamonero.

El día de ayer también fue negro. La víctima de Oviedo, de 65 años, murió a consecuencia de varios golpes en la cabeza, presuntamente a manos de su pareja sentimental, de 51 años, que no tenía ninguna denuncia previa por malos tratos y fue detenido. El cadáver de la mujer fue hallado a las 9.30 horas en el dormitorio de su domicilio, después de que un vecino encontrara una nota manuscrita en el buzón. Pero en la vivienda también se han encontrado otras dos cartas en las que el hombre se atribuye la muerte y expresa su intención de suicidarse.

Prácticamente, a la misma hora en que era hallado el cadáver de esta mujer ocurría el trágico suceso de Logroño. La víctima, un hombre de 47 años, fue apuñalado en el cuello cuando se encontraba en el portal de su domicilio, por un varón, de 54 años, también de nacionalidad española y residente en la capital riojana. El fallecido regresaba en su silla de ruedas de dejar en el colegio a la hija que su mujer tuvo con el presunto homicida.

El fallecido vivía desde hace unos años junto a su mujer, a un hijo y una hija adolescentes de ambos y a una niña de unos seis años que su esposa tuvo con el presunto homicida. “Porque hace años, la mujer pasó un periodo separada de su marido y, en ese tiempo, tuvo una hija con otro hombre, con el que compartía la custodia de la niña”, explicó una compañera de trabajo de la esposa en una empresa de ayuda a domicilio.

Asimismo otra mujer fallecía en la noche del domingo acuchillada presuntamente por su hijo, en Vigo. Se da la circunstancia de que la víctima ya había sido agredida por éste y su hermano hace diez años. Entonces, el supuesto parricida era menor de edad. Además, el hermano mayor tenía decretada una orden de alejamiento respecto de la madre por unos hechos más recientes.

El presunto autor de la muerte de María Inmaculada Cendón, de 57 años, permanece en observación psiquiátrica en el hospital Álvaro Cunqueiro bajo vigilancia policial. El varón, de 27 años, se presentó anoche en el domicilio de una vecina y confesó que acababa de matar a su madre, a la que se refirió como “el demonio”.

A estas muertes se unen a los tres casos de violencia machista que se produjeron el sábado: una mujer de 28 años asesinada en Baena (Córdoba) y otras dos, madre e hija, fallecidas en la localidad valenciana de Lliria. La mujer de Baena murió después de que supuestamente le disparara su pareja, de 51 años, que posteriormente se suicidó. Los dos cuerpos sin vida fueron encontrados en la tarde noche del sábado en el municipio cordobés, después de que unos familiares los descubrieran en el cortijo en el que vivían.

En Lliria, el presunto autor de la muerte a tiros de dos mujeres, madre e hija, se entregó en la Comandancia de la Guardia Civil en Valencia en torno a las once de la noche del domingo. Las dos mujeres eran de etnia gitana y vecinas del pueblo y el presunto agresor, que no vivía en la localidad, estaba separado de esta última y parece ser que tenía una orden de alejamiento.

131 puñaladas Pero los casos de violencia machista son incontables. De hecho, el hombre acusado de matar a su novia al asestarle 131 puñaladas con un cuchillo de cocina en agosto de 2014 declaró ayer que no recuerda el crimen, sólo que se defendió cuando su pareja, que era la directora del Museo de Historia de Nerja, le atacó con otro cuchillo.

El juicio popular comenzó ayer en la Ciudad de la Justicia de Málaga, y el acusado, un empresario de Córdoba de 42 años, se enfrenta a 28 años de cárcel por un delito de asesinato y otro de maltrato habitual con la circunstancia agravante de parentesco mientras que su defensa califica los hechos de homicidio con los atenuantes de anomalía mental, consumo de alcohol y drogas.