El coitus interruptus y aprovechar los días infértiles del mes son dos de los métodos anticonceptivos naturales más utilizados a día de hoy. Según el gasteiztarra Mikel Resa, sexólogo y vicepresidente de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS), estos temas son los que más dudas y mitos generan. Tras casi dos décadas trabajando en el campo de la educación de los sexos con jóvenes de entre 11 y 22 años, estas son algunas de sus conclusiones.

¿Cuáles son las preguntas más habituales de los jóvenes en el ámbito de la sexualidad?

-La gran mayoría están relacionadas con el coito y con los métodos anticonceptivos porque no tienen información de primera mano. También suelen preguntar específicamente por la pastilla postcoital para saber qué hacer en caso de no haber utilizado ningún método anticonceptivo. Al final, siempre está ahí ese miedo al embarazo no deseado, pero curiosamente, pese a este temor, se continúa jugando a prácticas eróticas donde se tienen muchas posibilidades de quedarse embarazadas.

Precisamente un estudio realizado por Bayer muestra que después del condón, el segundo método más utilizado por las personas entre 18 y 30 años es hacerlo a pelo. ¿A qué se debe este fenómeno?

-A dos motivos. El primero, que los jóvenes y la población en general obtienen la información sobre las prácticas eróticas principalmente de amigos íntimos. De esta manera, si un conocido comenta que el preservativo masculino le aprieta, interiorizamos esa idea y terminamos pensando que a nosotros también nos aprieta. Así se crean y mantienen los mitos.

¿Y el segundo motivo?

-El preservativo masculino se coloca cuando el pene está erecto y se va a producir una práctica coital, de penetración. Esto implica que para los chicos, de alguna manera, es el momento de darlo todo y ser los mejores amantes del mundo, convirtiendo al pene en el responsable de dar placer a la otra persona. Precisamente, es esa presión y no el preservativo en sí mismo el que puede causar la perdida de erección, ya que la presión y el placer son malos compañeros de viaje. Por tanto, para evitar esa presión, la solución más sencilla que encuentran la mayoría de los chicos es dejar de usar el preservativo. Contrariamente a lo que se piensa, esto es algo muy generalizado en la sociedad y de ahí las estadísticas.

En cuanto a mitos, ¿qué puede decir del coitus interruptus?

-Para empezar, que es un mal llamado método anticonceptivo. Se suele decir que antes de llover chispea, pero hay que destacar que es muy difícil que ocurra un embarazo con ese líquido preseminal. El problema es que muchos de los embarazos utilizando este método no vienen de ese líquido preseminal, sino de una predescarga eyaculatoria, y esta sí que tiene más posibilidades. Además, si se usa luego se puede tener miedo a un posible embarazo a poco que se retrase un poco la regla o haya dudas de si ha habido una eyaculación intravaginal. Por no mencionar que en las relaciones eróticas el control, al igual que la presión, también es un gran enemigo del placer y, al final, también de la pareja, porque no se disfruta.

¿Y respecto a realizar las prácticas eróticas en los días infértiles del ciclo menstrual?

-Es cierto que la probabilidad de embarazo durante los cinco o seis días siguientes a la regla es muy pequeña, pero curiosamente la gente tiende a quedarse embarazada cuando no lo desea. Además, también hay que tener en cuenta que cada mujer es un mundo. Por ejemplo, no todas tienen reglas regulares, sobre todo durante la juventud. Por lo tanto, jugar a calcular cuándo son los días infértiles del mes antes de que esta se estabilice, si es que llega a estabilizarse, es dejarlo en manos de la suerte.

¿Ha notado alguna evolución respecto a estos temas a lo largo de los años?

-Se ha avanzado, pero no demasiado. Todavía me sorprende que el conocimiento de las jóvenes de su propio cuerpo sea desastroso. Me he llegado a encontrar en la universidad con chicas que no saben dibujar una vulva, ni si el clítoris existe o no, o dónde está la uretra. Aunque lo que sobre todo demandan es dónde pueden encontrar un espacio de confidencialidad al que poder ir con sus dudas y preguntas. - R.O.A.