vitoria - La ludopatía online, al igual que la ludopatía a secas, hasta 2013 estaba incluida dentro del apartado de descontrol de impulsos, junto con la cleptomanía, entre otros. Sin embargo, ahora está catalogada como una adicción. Illargi Zárate, psicóloga sanitaria especializada en el campo de juegos, explica en qué consiste.
¿Por qué juega un ludópata?
-Yo no intento indagar en el por qué, sino en el para qué. Depende mucho de la persona, aunque hay algunos tipos de juegos con diferentes objetivos comunes. Por ejemplo, con las tragaperras el jugador trata de evadirse. Otro tema serían las apuestas deportivas y los casinos. En ellos, en cambio, se busca adrenalina.
¿Ha cambiado el perfil en los últimos años como consecuencia del auge de la ludopatía online?
-Se está notando, sí, pero todavía hay pacientes de todo tipo. Hasta hace poco el paciente más común era un señor casado de entre 40 y 60 años -el típico jugador de tragaperras-. No obstante, hace poco ha empezado a generalizarse un nuevo perfil más joven, entre los 20 y los 35 años. Suelen estar solteros y normalmente viven con sus padres. Buscan adrenalina y su desgaste es más rápido.
¿Y las mujeres?
-Suelen ser mayores de 40 y juegan, sobre todo al bingo, como automedicación a una depresión. No tienden a apostar online.
¿Qué es lo que incita a un ludópata a jugar por primera vez?
-Normalmente, la gente que viene a tratamiento trae un batiburrillo de cuestiones sin solucionar. La ludopatía es como un iceberg: el problema del juego es lo que se ve, pero todo lo que ha hecho que la persona acabe jugando es invisible. Esos problemas les incitan a jugar, ya sea para evadirse de sus preocupaciones mediante la adrenalina o para salir de la rutina.
¿Cuáles son los patrones más comunes?
-En el caso de las personas mayores, sobre todo jubilados, tienden a rellenar el tiempo libre con el juego. Los más jóvenes apuestan como una manera de conseguir más dinero. Al fin y al cabo, de una u otra manera supone una evasión de la realidad y ahí radica el peligro. Al no atender la necesidad y rellenar ese hueco con una adicción, los problemas no resueltos se van acumulando hasta llegar a un punto que les resulta casi imposible salir de ese círculo vicioso.
¿Cuáles son los componentes de la adicción?
-Hay tres, principalmente. Uno de ellos sería el síndrome de abstinencia. Otra es la interferencia de la ludopatía en la vida diaria que puede llegar a impedir que alguien cumpla con sus obligaciones. Y por último está la tolerancia: cada vez tienen que apostar más para tener la misma sensación.
¿Consejos para prevenirla?
-El juego no es una manera para conseguir dinero ni una forma de afrontar dificultades, sino un entretenimiento. Para evitarlo, siempre hay que poner un límite de cuánto se va a apostar, independientemente de cómo vayan las apuestas. Y en el caso de padecer un problema que no se pueda manejar, acudir a un tratamiento psicológico.