MADRID. La Policía Nacional ha detenido en Melilla a un hombre de nacionalidad español que presuntamente adoctrinaba y captaba a mujeres para enviarlas a zonas de combate controladas por la organización terrorista yihadista 'Estado Islámico' (DAESH).
La operación ha sido coordinada por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Santiago Pedraz, y por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y es continuación de varias operaciones desarrolladas en Ceuta, Melilla, Barcelona, Arrecife y Marruecos que se saldaron con la detención de once personas.
El arresto ha sido llevado a cabo por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional en el marco de una investigación que cuenta con el apoyo internacional de la Dirección General de la Vigilancia del Territorio marroquí (DGST), el servicio secreto interior del Reino de Marruecos, según ha informado el Ministerio del Interior.
La investigación ha partido de las conversaciones intervenidas en otros operativos contra el yihadismo desarrollados por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional en agosto y diciembre del año 2014, y en julio de 2015, en las localidades de Ceuta, Melilla, Barcelona, Arrecife y Marruecos, que se saldaron con la detención de once personas. Una de ellas era una menor de edad que fue arrestada en compañía de otra mujer en Melilla cuando se disponían a viajar hasta Marruecos.
FACEBOOK COMO ARMA DE RECLUTAMIENTO
La última arrestada en el marco de estos operativos fue Silvia C.C., detenida el pasado día 7 en Arrecife (Lanzarote), acusada de captar en Facebook a un grupo de mujeres de edad adolescente a las que pretendía enviar a la región sirio-iraki controlada por el Estado Islámico (EI).
Según el auto de ingreso en prisión dictado por Santiago Pedraz, Silvia C.C. era una "reclutadora activa" al servicio de los responsables de la red de captación del Daesh.
Para ello, localizaba en esta red social a futuras "candidatas", las integraba en foros de Whatsapp y Telegram para después seleccionar a algunas de las simpatizantes y establecer con ellas un contacto personal preparatorio al desplazamiento. Ella misma tenía la intención de desplazarse a las zonas de conflictos para unirse a la causa, según la resolución judicial.
MOSTRABA VIDEOS A SU HIJO
El varón detenido es un melillense de 29 años que grababa sermones radicales y que exponía a vídeos yihadistas a su propio hijo, menor de edad, y le vestía de negro, con un machete de grandes dimensiones, como los 'combatientes' del grupo terrorista.
Según ha informado Interior, el arrestado acumulaba archivos multimedia de carácter yihadista y, además de familiarizar a su hijo con las tácticas de los terroristas, poseía material de adoctrinamiento dirigido exclusivamente a la radicalización de mujeres.
Entre el material incautado se han encontrado numerosas coincidencias entre los archivos del detenido y los que fueron encontrados a las mujeres implicadas en esta red.
La detención de este hombre está relacionada con las operaciones desarrolladas en agosto y diciembre del año 2014 en Ceuta, Melilla, Barcelona y Marruecos, que se saldaron con la detención de nueve personas, entre ellas una menor de edad acompañada de otra mujer, que fueron interceptadas en Melilla cuando se disponían a abandonar España. También está relacionada con la detención de otra mujer el pasado 7 de julio en Arrecife (Lanzarote).
Según la investigación, el detenido este martes estaba inmerso en la producción de grabaciones de voz que consistían en sermones radicales que incitaban a no obedecer las leyes establecidas, a seguir únicamente la Sharia o ley islámica, a no establecer contacto con los "infieles" y a rechazar cualquier sistema de gobierno que no sea el 'Califato', es decir, el sistema impuesto por la organización terrorista EI (también conocida como DAESH).
Interior ha destacado que con las distintas operaciones relacionadas con la captación de mujeres para el EI, la Policía ha impedido la captación de un numeroso colectivo de mujeres, algunas menores de edad, y también ha paralizado los procesos de radicalización que todos los detenidos estaban desarrollando tanto en su entorno más próximo como en las redes sociales virtuales.
La detención de Melilla constituye un nuevo caso de personas, que habiendo nacido y crecido en países europeos, han sufrido un proceso de radicalización.