BILBAO. En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, ha considerado que es preciso hacer "una reflexión serena y compartida" sobre la gestión de la RGI, tanto del Gobierno como de los grupos parlamentarios y las diputaciones y ayuntamientos.
El consejero ha señalado que "hay disfunciones" en la aplicación de la RGI que "quizá podrían estar mejor gestionadas en los servicios de base porque conocen mejor" las necesidades de las personas que solicitan esta prestación.
En cualquier caso, ha insistido en que "es una cuestión abierta que no podemos decidir unilateralmente". Asimismo, ha afirmado que "entiende" la demanda de recursos por parte de los ayuntamientos en el caso de tener que realizar estas funciones. "Eso está ahí y habrá que hablar", ha manifestado.
No obstante, ha recordado que "en su día los ayuntamientos gestionaban parte de la RGI y tenían unos recursos humanos y materiales, de los cuales alguno se habrá desprendido pero seguirán estando en los ayuntamiento". "Entiendo una demanda del municipio que dice 'pero dótame de presupuesto', pero hagámoslo conjuntamente", ha añadido.
OCHO APELLIDOS VASCOS
En relación al control del fraude en el cobro de la RGI, Toña ha asegurado que la relación con la Ertzaintza "está bien". "Nosotros ayudamos a la Ertzaintza y la Ertzaintza nos ayuda a nosotros", ha indicado.
"Utilizar mecanismos de control de colectivos que necesitamos especial atención es bueno para la Ertzaintza, para el control de la RGI...", ha insistido el consejero, que ha remarcado que "no hay que estigmatizar a nadie" y, por tanto, "ningún colectivo inmigrante ni extranjero viene estigmatizado por no tener ocho apellidos vascos".
De este modo, ha señalado que, "como en cualquier control de seguridad, cuando se levantan determinadas alarmas que van dando pistas de que puede haber un fraude, una denuncia, una cosa mal hecha", se actúa con independencia de que "tenga ocho apellidos vasco o 16 apellidos iraníes".