BILBAO. Esta es una de las principales conclusiones del informe sobre la situación social y política del País Vasco correspondiente a los seis primeros meses de 2015 elaborado por la Universidad de Deusto, de Bilbao, y bautizado como DeustoBarómetro Social.
El DeustoBarómetro Social es una encuesta puesta en marcha por la Universidad de Deusto en diciembre de 2013 para conocer semestralmente la percepción de los ciudadanos vascos sobre la situación social, económica y política de Euskadi.
La preocupación por el deterioro de las condiciones laborales y la situación del mercado de trabajo supone en la actualidad uno de los mayores problemas de
Euskadi para el 33 % de los vascos, sólo superado por el paro (un 63 %) y por delante de la situación económica (32 %) que ha visto reducido su impacto en la ciudadanía por la percepción de que ha mejorado en estos primeros meses de 2015, ha informado en conferencia de prensa el director del estudio, Braulio Gómez.
La preocupación por la corrupción y la clase política como problema social se ha reducido (al 13 y 14 %, respectivamente) y han caído hasta el séptimo y octavo lugar de la lista de principales preocupaciones de la ciudadanía vasca en estos momentos, por detrás de los recortes de los servicios públicos, la inmigración y los desahucios y el problema de la vivienda.
A pesar de que sube el porcentaje de personas que perciben una mejoría de la situación económica general, al bajar de un 25 % los que la consideraban mala en diciembre de 2015 al 16 % ahora, la mayoría de los encuestados, un 88 %, declara que su salario sigue bajando o estancado y aumenta su carga laboral.
Dicha recuperación tampoco ha hecho que mejoren las expectativas de los parados de volver a encontrar empleo, ni ha afianzado la seguridad en mantenerlo en quienes lo conservaron durante la crisis.
El miedo a perder su empleo es mayor si se analizan los datos desde una perspectiva de género, ya que el 22 % de las encuestadas confiesan su temor a quedar en paro por el 18 % de los hombres que lo hacen.
Esto lleva a concluir a los responsables del estudio sociológico, Braulio Gómez y la investigadora principal, María Silvestre, que la recuperación de la economía no ha llegado todavía a los que se quedaron fuera del mercado laboral con la crisis, ni ha servido para recuperar las condiciones económicas y laborales de los que mantuvieron el empleo.
Por lo que se refiere a la situación política de Euskadi, el DeustoBarómetro constata que se afianzan las expectativas de los vascos en que, en el futuro, se mantenga la actual estabilidad política y sube 5 décimas la valoración de la calidad democrática en el País Vasco con relación al sondeo de hace seis meses.
La preocupación por la corrupción baja en lo que se refiere al ámbito vasco y municipal, aunque se mantiene en lo relacionado con el Gobierno de España.
Se mantiene la cautela de los vascos a la hora de hablar de política en público, ya que dos de cada tres declaran sentir miedo al hacerlo y son partidarios de autocensurarse en esta cuestión porque consideran que ello genera tensiones e incomodidad.
El 80 % de los encuestados apoya que la sociedad pueda protestar y movilizarse en la calle y rechazan, por ello, la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, al considera que limita su derecho a manifestarse libremente.
Preguntados por su apoyo a una consulta por la independencia de Euskadi, el 47 % de los encuestados se declara partidario, aunque son más, cerca del 70 %, los que preferirían ser consultados sobre cuestiones económicas y de ámbito municipal.
La encuesta de este primer semestre ha preguntado por la opinión de los consultados sobre Podemos, como formación de nueva aparición en el panorama político vasco, y los encuestados han declarado situarles muy cerca de la extrema izquierda, donde ubican a EH Bildu, y alejados de las posiciones más nacionalistas.
La encuesta de la Universidad de Deusto revela, por último, que los vascos consideran como principales requisitos para que se afiance la paz en el País Vasco, que ETA se desarme y se autodisuelva (un 67 % lo respalda) y que reconozca el daño causado (47 %).