BERLÍN. Las grandes aerolíneas alemanas se plantean establecer la norma de que siempre haya dos personas en la cabina de pilotaje, tras la catástrofe del Airbus de Germanwings, desatada al encerrarse en ella el copiloto del aparato, que estrelló presuntamente de forma voluntaria contra los Alpes.

Según informaciones de la Federación de Tráfico Aéreo, se estudia la adopción de esta norma de forma prácticamente inmediata, lo que implicaría que, en caso de que el capitán o su copiloto abandonen la cabina de mando, debería entrar en su lugar uno de los auxiliares de vuelo.

La catástrofe del vuelo 4U 9525, según las investigaciones en curso realizadas en Francia, la precipitó el copiloto alemán de Germanwings Andreas Lubitz, quien por causas que aún se analizan se encerró de forma al parecer voluntaria en la cabina de mando, aprovechando que su capitán se había ausentado.

Ayer mismo, varias aerolíneas, como las de bajo coste Easyjet y Norwegian Air, que realizan asimismo vuelos entre España y Alemania, como Germanwings, se mostraron dispuestas a aplicar la medida de las dos personas en la cabina de mando.

Inmediatamente se sucedieron reacciones en el mismo sentido por parte de otras aerolíneas que operan en Alemania, como Ryanair y Air Berlín.

Por parte de Lufthansa, la matriz de Germanwings, su presidente, Carsten Spohr, declaró en una entrevista con la televisión pública ARD que su compañía "analizará" cualquier medida que "contribuya mejorar la seguridad de sus vuelos".

Spohr ha insistido en calificar el de Lubitz como un "caso aislado" y extremo entre el conjunto de sus pilotos, cuya formación se considera de las más rigurosas del mundo.