donostia - Ttipi ttapa, ttipi ttapa?Korrika! El cuarto día de carrera en favor del euskera tuvo como gran referencia su paso por Donostia, donde recibió un aluvión de adhesiones. La participación fue tan elevada que el boulevard se convirtió en un embudo por el que apenas podían caminar cientos de euskaltzales que se echaron a la carretera para mostrar su apoyo a esta cita bianual.
Nada más amanecer, los nubarrones y las bajas temperaturas preludiaban una nueva jornada desapacible, pero la 19 edición de la Korrika se fue abriendo paso por toda Gipuzkoa ajena a cualquier inclemencia meteorológica. La marcha entró de nuevo en el territorio a primera hora de la mañana por Hondarribia, para atravesar rápidamente Irun en dirección a Lezo, con destino a Pasai Donibane, donde los euskahaldunak portaron el testigo a bordo de la motora para llegar a Pasai San Pedro. “Esto es una gran fiesta por el euskera, tenemos que seguir adelante”, confesaba en medio de la carrera Patxi Zapiain, que no ha fallado en ninguna de las últimas ediciones. “Es imprescindible participar en esta fiesta reivindicativa para apoyar el euskera. Es muy necesario hacerlo para que los pequeños puedan conocerla”, confesaba Iraitz Lujambio, de la mano de su hija Nahiara. Se consumía así el kilómetro 643 de la marcha, cuatro días después de su arranque en Urepel.
mañana desapacible Jóvenes, familias con sus hijos, mayores... El reloj marcaba las 8.45 horas cuando decenas de pasaitarras aguardaban la marcha tratando de quitarse el frío de encima. Marga y Jose Ángel, alumnos de AEK en Pasai Antxo, lo hacían a la altura de Buenavista. La megafonía podía escucharse a lo lejos. Badator, badator! Decenas de familias acompañaban en esos momentos a la pareja, que cedieron el testigo poco después a la senegalesa Oulimata Tall. “La alcaldesa nos comentó si queríamos participar, y no lo dudamos”, decía la mujer poco después de realizar el recorrido.
En torno a las 9.00 horas, la carrera llegó a Donostia, y recorrió sus calles por espacio de tres horas. El testigo se fue cediendo entre un sinfín de entusiastas. A la altura del kilómetro 661, pudo verse a integrantes de la Asociación Gitana por el Futuro de Gipuzkoa, Agifugi, que recorrieron el Paseo de Mons para concluir su recorrido en la cuesta de Marrutxipi. Unos kilómetros más adelante hicieron lo propio miembros del programa Gu Ta Gutarrak, de ETB1.
Pero fue el centro de Donostia el que se convirtió en uno de los pasos más multitudinarios. El alcalde, Juan Karlos Izagirre, recogió el testigo a la altura de la calle Hernani, donde pudo comprobar que la carrera acusaba cierto retraso. Instantes previos se le pudo ver haciendo algunos estiramientos. Era para él un día emocionante. Izagirre resaltó la labor de asociaciones y ciudadanos que hicieron posible la celebración de la carrera. “Siempre ha sido un día especial para mí, tanto cuando tomaba parte como ciudadano, como en esta ocasión en calidad de alcalde. Las instituciones pueden aportar su granito de arena, pero es la gente la que hace posible este encuentro”, aseguraba.
Tampoco faltaron a la cita jugadores de la Real Sociedad que recorrieron el Paseo de la Kontxa para ceder el testigo al presentador y humorista Anjel Alkain, arropado por trabajadores de EITB.
Poco después de las 12.30 horas la carrera dejaba Donostia en dirección a Lasarte-Oria, donde cogieron el testigo, entre otros, los integrantes de Jalgune elkartea. Y así, la carrera continuó por la tarde por otros tantos municipios costeros del territorio, como Zarautz, Getaria o Zumaia. A media tarde, los euskaltzales se dirigieron hacia el interior, y recorrieron las calles de Zestoa, Azpeitia, Azkotia, Errezil y Bidania-Goiatz, llegando a Tolosa entrada la noche.
Con la vista puesta en el próximo domingo, cuando concluirá la carrera en Bilbao, la carrera se adentra hoy en Bizkaia. - J.N.