BARCELONA. A los detenidos, de 36, 37 y 38 años, nacionalidad española, vecinos de Ciempozuelos (Madrid) y dos de ellos administradores de una correduría de seguros, se les acusa de ser los presuntos autores de un delito de estafa continuada.
La investigación empezó en agosto, al recibir la Unidad Central de Delitos Informáticos una denuncia donde se alertaba de varias transferencias no consentidas por importes superiores a 600.000 euros, hechas desde la cuenta corriente de una sociedad mercantil cuyo titular era un industrial venezolano, hacia cuentas corrientes de varias personas y una sociedad de Ciempozuelos.
Tras varias indagaciones se determinó que los receptores del dinero recibían muchas transferencias, tanto nacionales como internacionales, y que entre sus víctimas había particulares, empresas, cooperativas, comunidades de vecinos y cualquiera que tuviera una cuenta bancaria que moviera grandes cantidades de dinero.
Desde los Mossos se ha indicado que en la investigación los policías han acreditado que habían transferido de forma ilícita grandes cantidades de dinero, más de un millón de euros, de cuentas corrientes de entidades financieras de España y de terceros países como Venezuela, República Dominicana, Canadá o EEUU.
Al registrar la actividad de las cuentas de correo electrónico usurpadas se vio que había conexiones hechas desde direcciones "IP" (etiquetas numéricas que identifican los ordenadores) registradas en Venezuela, Nigeria o Estados Unidos, lo que significaba que los autores tenían infraestructura, conocimientos de informática y apoyo logístico para mover el dinero obtenido.
Las detenciones se llevaron a cabo el pasado 4 de febrero en una operación apoyada por la Guardia Civil de Valdemoros (Madrid), y en el registro de los domicilios se intervino diversa documentación, teléfonos, ordenadores y un turismo de gama alta, propiedad de uno de los administradores.
El "mailer" es un fenómeno nuevo que en el último año ha afectado a muchas empresas, y por importes bastante elevados, ya que las víctimas suelen disponer de cuentas corrientes con alta liquidez.
Debido a que el aumento de denuncias de estas estafas coincide con un declive del "phishing bancario", el fraude con correos electrónicos con el que se piden datos de tarjetas de crédito y claves bancarias, los investigadores no descartan que los grupos criminales que hay detrás del "mailer" sean los mismos que han adaptado su actividad.