MADRID. Fernández Díaz ha dejado claro que la tonadillera no está recibiendo ningún trato de favor y que su estancia en prisión no está generando especiales complicaciones. En cambio, cree que sí "está sirviendo para que la opinión pública conozca la legislación penitenciaria, sepa qué es el régimen abierto, el segundo grado, el tercer grado" y ha aprovechado para decir que el tercer grado no es un beneficio penitenciario sino una modalidad de cumplimiento de condena.
Además, está convencido de que en la medida en que la gente conozca mejor Instituciones Penitenciarias valorarán más la institución, que tiene 24.000 funcionarios y 60.000 reclusos cumpliendo condena. Y ha remarcado que España tiene una de las legislaciones penitenciarias más avanzadas del mundo, enfocada en la reinserción.