vitoria - La estrategia vasca hacia un nuevo modelo de Formación Profesional, más integrada en el tejido industrial y empresarial, más competitiva, con una orientación más igualitaria y sostenible, y que además mantenga los niveles de calidad actuales, ya está definida. Los dos próximos años serán fundamentales para asentar las bases del proceso de mejora continua del sistema y poder dar respuesta a los retos planteados por los sectores productivos.
En este sentido, durante el bienio 2015-2016, el Gobierno Vasco destinará un total de 190 millones de euros -89.280.771 el primer año y 101.192.123 el segundo- para dotar a la red de centros de FP de un equipamiento adecuado a los tiempos presentes y futuros y, de paso, situar a la plantilla de alumnos “en la realidad del mundo industrial y empresarial”, señaló ayer la consejera Cristina Uriarte durante la presentación del IV Plan Vasco de Formación Profesional.
Aunque esas partidas económicas abarcarán todas las líneas de actuación previstas, la mayor parte irá destinada a renovar el particular material educativo de estos centros formativos: la maquinaria. No en vano, tal y como reconoció la consejera, una de las direcciones hacia el éxito pasará porque los alumnos trabajen con instrumentos, maquinaria e incluso instalaciones complejas de fabricación real, “con las que poder preparar tanto al alumnado de la Formación Profesional Inicial para que realicen un trabajo eficiente posterior en las empresas, como al personal de las empresas que realizan su formación continua en dichos centros de Formación Profesional con el material, instrumentos y maquinaria adecuadas al trabajo que ejercen o van a ejercen en su día a día”.
Esta ambiciosa y planificada transformación de la FP vigilará, además, distintos campos de actuación a fin de seguir siendo una de las mejor consideradas a nivel internacional. Así, ilustró Uriarte, está previsto adaptar “aún más” la oferta formativa a las cada vez más exigentes necesidades de las empresas y del empleo “impulsando una mejora en los niveles de cualificación y especialización flexible del alumnado”.
Personal y profesional Otro de los aspectos sobre los que hará hincapié esta hoja de ruta de la FP vasca tiene que ver con el desarrollo de nuevos modelos de aprendizaje “que faciliten el desarrollo de competencias transversales y favorezcan el desarrollo personal y profesional del alumnado”. Asimismo, se tratará de que la adaptación de los profesionales a su ámbito de trabajo sea lo más rápida posible. Un hecho que será posible gracias al fortalecimiento de la conocida como formación dual en régimen de alternancia, “especialmente importante en los puestos que requieren una alta cualificación y especialización”.
Para ello, insistió la consejera, este IV Plan Vasco de Formación Profesional atenderá a tres elementos fundamentales: la formación integrada, la innovación aplicada y el emprendimiento activo. “Este nuevo modelo nos sitúa según la Comisión Europea en la cabeza de la FP en Europa”, resumió Uriarte.
“Un modelo -defendió- que por un lado transforma la FP adecuándola a las necesidades de especialización de nuestras empresas y a la evolución que se va a producir en la empleabilidad de las personas, apoya a las empresas, en especial a las Pymes, en desarrollar la innovación en productos y procesos productivos, así como en el fomento de la cultura emprendedora y en el impulso para la creación de empresas en los centros de formación profesional”, zanjó la consejera de Educación.