bilbao - Los casos de sida están cayendo de forma drástica en Euskadi y la mortalidad por VIH ha descendido en un 90%. Esta pérdida del miedo a lo que fue la epidemia del siglo XX ha conllevado cierta relajación y un incremento de las llamadas enfermedades venéreas clásicas, la sífilis y la gonorrea. Dos infecciones bacterianas que a finales de la década de los 90 parecían casi erradicadas y que desde hace una década han experimentado un sustancioso repunte. Los avances médicos en el tratamiento de esta enfermedad invisibilizaron el VIH y, en consecuencia, se ha bajado la guardia en las medidas preventivas y la utilización del preservativo.

La mortalidad por sida se ha reducido en casi un 90% desde 1995, cuando se registraron 428 fallecidos, hasta el 2013 con 48 muertes por esta causa, lo que evidencia que “los tratamientos antirretrovirales son realmente extraordinarios”, destacó ayer Daniel Zulaika, coordinador del Plan vasco de sida e infecciones de transmisión sexual. El descenso ha sido progresivo, así si en 2009 se contabilizaron 61 fallecidos, en 2010, hubo 45, en 2011, se registraron 43, en 2012, 35, y en 2013, 48.

Sin embargo, no se puede dar carpetazo a este problema de salud pública. El plan de prevención y control de sida y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) que ha elaborado el Gobierno Vasco prevé reducir en un 10% las nuevas infecciones en cuatro años incidiendo en programas de prevención entre los principales colectivos de riesgo, hombres homosexuales, mujeres que ejercen la prostitución y población reclusa.

“Los tratamientos de sida han sido un éxito del sistema sanitario, por eso estamos convencidos de que no es momento de cerrar este plan”, señaló ayer el consejero de Salud, Jon Darpón, quien presentó esta hoja de ruta 2015-2018 que Osakidetza ha puesto en marcha con el objetivo de “continuar reduciendo” la incidencia del sida y frenar la de otras infecciones de transmisión sexual (ITS) en Euskadi.

El máximo responsable sanitario de la CAV insistió en que “los tratamientos han convertido el sida en una enfermedad crónica pero aún hay demasiados nuevos contagios y hay que seguir manteniendo la alerta al respecto, sobre todo para erradicar las prácticas de riesgo”.

No se puede olvidar que en el País Vasco hay en la actualidad alrededor de 7.500 portadores del virus de inmunodeficiencia humana, y casi una tercera parte de las personas que conviven con el virus lo desconocen. Eso conlleva que solo unos 5.500 seropositivos estén siendo tratados con antirretrovirales.

NUEVOS DIAGNÓSTICOS Por ello, el consejero de Salud instó “a no bajar la guardia” y apostó por reforzar la prevención y el control “ante una realidad que mejora, pero aún persiste”. Darpón subrayó que el número de nuevas infecciones de VIH ha disminuido significativamente en Euskadi durante los últimos años, pasando de 207 nuevos diagnósticos en 2009 a marcar mínimos históricos durante el año pasado, que alcanzaron la cifra total de 143. La transmisión en hombres que tienen sexo con hombres mantiene su tendencia ascendente y más de la mitad de los nuevos casos se produjeron entre el colectivo gay.

Pese a los buenos datos, afirmó que Osakidetza continuará “trabajando y desarrollando diferentes acciones, todas ellas enfocadas a mejorar la eficacia en la prevención y el control de estas infecciones”.

El colectivo gay es también el que acumula un mayor número de contagios por otras enfermedades de transmisión sexual sobre las cuales es difícil elaborar una fotografía exacta de su incidencia, si bien los centros de Osakidetza atienden alrededor de 40 casos de sífilis y unos 140 de gonococia al año, detalló Zulaika.

El plan estratégico se asienta sobre dos pilares fundamentales, como son la prevención de nuevos casos de VIH e ITS, con el objetivo tangible de reducir su incidencia en un 10%. Asimismo aspira a dar atención a los seropositivos, mejorando su calidad de vida y previendo comorbilidades asociadas. Todo ello sin olvidar cuestiones relacionadas con el estigma y la discriminación que, lamentablemente, aún hoy afectan a las personas con VIH, según resaltaron ayer los expertos.

El titular de Sanidad apuntó que todo ello se concreta en cuatro grandes líneas estratégicas orientadas a la consecución de seis objetivos y en cuarenta recomendaciones de actuación, y que se materializan, a su vez, en 16 acciones a desarrollar durante los próximos cuatro años.