Bilbao- La consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, Ana Oregi, volvió ayer a reclamar al Ministerio de Fomento que pase “de la teoría a los hechos” y “declare prioritaria” la red de alta velocidad ferroviaria vasca para alcanzar el objetivo de que funcione en el año 2020. Durante un desayuno informativo organizado por el Fórum Europa celebrado en Bilbao, Oregi recodó que la ministra de Fomento, Ana Pastor, declaró recientemente que la Y ferroviaria vasca entraría en funcionamiento en 2020.
“Le tomamos la palabra”, enfatizó la consejera, quien no obstante destacó que será necesario “aplicarse mucho” para llegar a esa fecha. Para Oregi la Y vasca forma parte de una red transeuropea “prioritaria” y “debería estar en marcha hace mucho tiempo”. Consideró “escasos” los presupuestos previstos por Fomento para esta infraestructura en 2015. “No diré que son insuficientes, pero tendrán que acelerar el ritmo y priorizar” para lograr el objetivo de que esté en marcha en 2020, que a su juicio “es posible”. Según los datos del propio Ministerio (Adif), la Y vasca es la de mayor demanda potencial del Estado y duplica o triplica la de otras infraestructuras de este tipo previstas en España.
En la misma conferencia, la consejera propuso un “gran pacto” con los ayuntamientos y las diputaciones con el objetivo de que en el año 2050 las ciudades vascas “se acerquen a la neutralidad” en emisiones de CO2 para hacer frente al cambio climático. Destacó la “apuesta decidida” del Gobierno Vasco por las energías limpias y expresó su deseo de que el Ejecutivo del Estado “se mueva en el mismo sentido”. Tal y como recodó, el objetivo que persigue Lakua es la reducción de más de 5.000 toneladas anuales en las emisiones de CO2 en Euskadi.
A juicio de Oregi, la lucha contra el cambio climático es “una urgencia” porque supone un “riesgo severo para la pervivencia de la especie humana”, por lo que la reducción de emisiones de CO2 es una “exigencia” que debería cifrarse entre el 40 y el 70% en 2050 para alcanzar su eliminación total en el año 2100. Para ello, propuso una “alianza” entre la sociedad y las instituciones basada en la recuperación de los espacios urbanos obsoletos y una apuesta por la modificación de la movilidad urbana.
La viabilidad ambiental del actual modelo urbano es “indispensable”, subrayó Oregi, quien recordó que más del 50% de la población se concentra en áreas urbanas, que consumen el 70% de la energía y emiten el 80% de los gases de efecto invernadero. Ante esta situación, planteó la necesidad de poner en marcha actuaciones integradas de regeneración urbana, de una movilidad urbana más eficaz mediante la potenciación del transporte público, y de una movilidad interurbana centrada en la alta velocidad ferroviaria. En este sentido, Oregi señaló que el escenario urbano en Euskadi estaba “obsoleto” y elogió la renovación practicada en el tejido urbano vasco, pero el conjunto del tejido residencial “sigue pendiente de ser renovado para luchar contra el cambio climático”, ante la “atomización” de la propiedad inmobiliaria. - Efe/E.Press