pamplona - La presidenta de Nafarroa, Yolanda Barcina, ve detrás de la reforma de la Ley del Vascuence el “objetivo político” del nacionalismo vasco de “cambiar la realidad institucional de Navarra” y opina que se “pueden crear demandas artificiales” para extender el euskera a la zona no vascófona. Detrás la reforma -impulsada por I-E, PSN y Geroa Bai y apoyada por Bildu y Aralar- habría un “objetivo político que es el de cambiar la realidad institucional a través de un idioma”, afirmó ayer Barcina, quien aseguró que la iniciativa “está siendo utilizada no de un modo cultural, sino para conseguir unos objetivos políticos por parte del nacionalismo vasco”.

En este sentido, la presidenta navarra insistió en que los nacionalistas han realizado ya varios intentos para cambiar esa ley con el fin de “llevar un idioma a un lugar donde no se ha hablado”, lo que puede hacer que se creen “demandas artificiales”. Así se refirió a la propuesta apoyada por toda la oposición que no impone la obligatoriedad del modelo D en la zona no vascófona, sino que determina que este se pueda extender en el caso de que haya demanda. Antes de asistir a un acto de Caja Rural, Barcina atacó la proposición de ley registrada en el Parlamento y que será aprobada al contar con el apoyo de la mayoría de fuerzas políticas, excepto UPN y PPN.

Según la regidora de la comunidad foral, la modificación de la Ley del Vascuence conlleva “muchísimos costes” y defendió que la norma lleva 28 años “funcionando bien”. Aprovechó la ocasión para censurar al PSN por unir sus votos a los nacionalistas para sacar adelante una reforma que no iba en su programa electoral. En su opinión, la Ley del Vascuence es una “ley de Estado en un comunidad foral como Navarra que necesita el consenso mayoritario que ha tenido siempre por quienes defienden este modelo de comunidad”, por lo que “sorprende” que “sin llevarlo en el programa electoral, el PSN se vaya con los nacionalistas y tengamos a Bildu disfrutando del objetivo logrado en estos momentos”.

La escuela avala la propuesta Y mientras la inquilina del Palacio Foral se despachaba de este modo con este paso histórico por la normalización del euskera en la zona no vascófona de Nafarroa, la voz de la escuela iba por derroteros bien distintos. La comunidad escolar acogió como “un avance” la anunciada modificación legal que posibilita la extensión del modelo D sin limitación geográfica. Las principales asociaciones de padres y madres de este sector, Herrikoa y Sortzen, coincidieron en esta valoración básica y en señalar que llega con casi 28 años de retraso y de movilización social, lo mismo que las entidades que agrupan a equipos directivos de distintos niveles como NIZE (modelo D) y ADI (asociación de directores). Mientras, los sindicatos mayoritarios también recibieron de manera positiva el cambio, aunque con cautela de cara a su plasmación práctica, adoptando diferentes opiniones según cada sigla y poniendo el acento, en algunos casos en las repercusiones laborales.

La Federación de Ampas Herrikoa recordó que siempre ha defendido “la libertad de las familias a poder elegir el modelo educativo de sus hijos e hijas en la escuela pública y entendíamos que eso no se cumplía con la Ley del Vascuence. Desde ese punto de vista”, añadieron, “vemos que cualquier modificación de la ley debe ir en la línea de cumplir esa solicitud”.

ADI, la asociación que agrupa a los directores y directoras de instituto de castellano y de euskera, señaló que como entidad no se ha debatido este tema pero, en principio, “todo lo que sea ampliar la oferta educativa en la red pública y dar más posibilidades a las familias es positivo”. En este sentido creen que “abrir el abanico y permitir que las familias puedan elegir el modelo lingüístico que deseen en la red pública es un avance”.