oslo - La India y Pakistán, dos potencias nucleares enfrentadas durante décadas por la región de Cachemira, compartieron ayer el Nobel de la Paz tras su concesión a la paquistaní Malala Yousafzai y al indio Kailash Satyart por los esfuerzos por los derechos de los niños. El Comité Nobel Noruego quiso reconocer a la adolescente Malala y al presidente de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil Satyarthi “su lucha contra la represión de los niños y los jóvenes y por el derecho de todos los niños a la educación”.
El respeto a esos derechos es un “prerrequisito” para un “desarrollo global pacífico” y contribuye a la “fraternidad entre naciones”, uno de los criterios fijados por Alfred Nobel para conceder el premio de la Paz.
Satyarthi ha liderado varias protestas pacíficas contra la explotación infantil y contribuido al desarrollo de convenciones internacionales sobre los derechos de los niños, señaló el Comité, que elogió su “coraje” y lo comparó con Mahatma Gandhi. (Se estima que el trabajo infantil afecta a 168 millones de niños en todo el mundo, 78 millones menos que en 2000).
De Malala, a sus 17 años la ganadora más joven en la historia del premio, se resaltó su “ejemplo” y su “lucha heroica”, que la han convertido en “portavoz principal” de la lucha por los derechos de las niñas a la educación. Mientras Satyarthi había pasado desapercibido y no aparecía en ninguna de las quinielas al galardón, Malala sí que estaba entre las favoritas, aunque no con la fuerza del año pasado, cuando con gran apoyo mediático se convirtió en un fenómeno mundial tras ser tiroteada por integristas talibanes por defender la educación femenina en su país.
Su juventud era señalada como el impedimento principal y diversas organizaciones noruegas cuestionaban también sus méritos, pero el Comité Nobel Noruego negó ayer que su edad tuviera algún peso en la decisión o que fuera demasiado joven para recibir el premio sola. Malala y Satyarthi compartirán los 8 millones de coronas suecas (879.000 euros, 1,1 millones de dólares) con los que está dotado el premio este año. La entrega de los galardones se realizará, de acuerdo con la tradición, en dos ceremonias paralelas el 10 de diciembre.
matiz político Aunque en la motivación del premio se destacó también que al distinguir a un hindú indio y a una musulmana paquistaní se apuesta por “una lucha conjunta por la educación y contra el extremismo”, la concesión coincide con una de las mayores escaladas de violencia de los últimos años entre las dos naciones. Desde que comenzó hace cinco días el intercambio de disparos y morteros a través de la frontera en Cachemira, región del Himalaya dividida entre los dos países, murieron ocho indios y unos 60 resultaron heridos, mientras que en suelo paquistaní doce civiles fallecieron y 43 recibieron heridas. - Efe