Bilbao - La Ertzaintza ha encontrado entre 300 y 400 obuses en el caserío en el que el pasado sábado un hombre perdió una pierna al explotarle uno de los artefactos que estaba manipulando. La víctima, Alfredo Irusta, que fue ciclista profesional y hoy en día es un experto en las contiendas de la Guerra Civil, continúa en cuidados intensivos y podría ser pasado hoy a planta en el Hospital de Cruces en el que está siendo atendido. La Ertzaintza está trasladando a dependencias de Iurreta todos los artefactos, para comprobar si están desactivados, una labor que les llevará varios días.

La sorpresa saltó cuando los ertzainas que acudieron al barrio de La Cadena, en Muskiz, entraron en el caserío donde se produjo la explosión para inspeccionarlo. Aunque el hombre ya les había advertido de que era aficionado a este tipo de objetivos, los agentes encontraron entre 300 y 400 obuses procedentes de la Guerra Civil española en el interior de la antigua cuadra que Alfredo Irusta utilizaba como lugar de trabajo y almacenaje, aunque no vivía allí. Las piezas, algunas de pequeño tamaño pero otras con más de medio metro de longitud, estaban cuidadosamente colocadas en estanterías y también hallaron un cajón de madera con numerosas balas.

La Ertzaintza no ha determinado aún el estado en el que se encuentran los artefactos, sobre todo si están activados y pueden explosionar o no. Están trasladando todas las piezas a unas dependencias de Iurreta, donde las analizarán y explosionarán si es necesario. A última hora de ayer, apenas se habían enviado a la localidad de Durangaldea dos o tres decenas, por lo que estos trabajos se prolongarán todavía durante unos días. Por seguridad, se ha acordonado el edificio donde se produjo la explosión hasta que todos los artefactos se hayan sacado.

Sin embargo, fuentes cercanas a la familia aseguraron que todos los artefactos que Alfredo Irusta atesoraba en el edificio estaban desactivados. Aficionado y experto en temas relacionados con las contiendas de la Guerra Civil, una de sus pasiones, acumulaba en una antigua cuadra propiedad de la familia artefactos relacionados con el periodo comprendido entre 1936 y la caída del norte. "Todas las piezas que guardaba estaban desactivadas. La que explotó probablemente la habría encontrado esa misma mañana o el día anterior, con tal mala suerte de que al ir a manipularla le estalló", explicaron las citadas fuentes.

Alredo Irusta (Trapagaran, 1968) es una persona muy conocida tanto por su pasado como ciclista profesional como por su afición a los temas relacionados con la Guardia Civil. Hijo de otro grande del pedal y tercero de cinco hermanos, pasó a profesionales en 1992, militando en Seur (1992), Deporpublic (1993), Castellblanch (1994-1995) y Mx Onda (1996). Llegó a participar en el Giro de Italia, en la Vuelta a España y en la Vuelta al País Vasco.

Experto en la Guerra Civil Aunque Irusta no es historiador de profesión, su pasión por todo lo relacionado con la Guerra Civil le ha llevado a convertirse en un experto en la materia, sobre todo en lo referente a las contiendas ocurridas en Bizkaia durante ese periodo, su balística y logística. Colaborador habitual de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, también conocía a fondo otros enfrentamientos como el frente de Teruel o la Batalla del Ebro, y también las guerras carlistas. Con la sociedad investigadora, que recurría a sus conocimientos a menudo, había participado en la localización de varias tumbas de milicianos en Galdames, Amorebieta o Villarreal.

Fuentes cercanas a su entorno ensalzaron todo el trabajo de investigación que ha realizado a lo largo de los últimos años. "Él guardaba los obuses por una mezcla de coleccionismo pero también para descubrir, a través de ellos, cómo se había llevado a cabo y cómo había sido la Guerra Civil", destacaron. Aunque reconocieron que el procedimiento a seguir cuando se encuentra una pieza de este tipo es alertar a las autoridades, lamentaron que de este modo se pierde su valor histórico, al ser explosionadas. Desde la Sociedad de Ciencias Aranzadi lamentaron el triste suceso y, tras desear la pronta recuperación de Irusta, confiaron en que pueda seguir colaborando con ellos "muchos años más".

Evolución. Todavía en la UVI y en estado consciente, Alfredo Irusta podría ser llevado a planta hoy mismo. Los médicos no pudieron hacer nada por salvar su pierna derecha, que fue amputada por encima de la rodilla. También tiene heridas de metralla en la otra pierna.

Posible delito. Aunque todavía no se le ha imputado nada, fuentes de la Ertzaintza recordaron ayer que la tenencia de explosivos constituye un delito.