PAMPLONA. Según ha informado la Policía, los imputados ascienden a 53, propietarios de los talleres que habían adquirido los aparatos y los utilizaban para análisis de vehículos, poniendo así en peligro la seguridad técnica de los mismos y de sus ocupantes. Se les imputa un delito contra la propiedad industrial.

La operación comenzó a principios de junio de 2013, cuando la Comisión Antipiratería para el Automóvil (CAPA) presentó una denuncia por un delito contra la propiedad industrial, al haber detectado la venta fraudulenta, a través de Internet, de equipos de diagnosis para automóviles que eran falsificaciones integrales de los originales y su software de gestión.

Los aparatos en cuestión se comercializaban en dos páginas web por precios que oscilaban entre los 200 y los 700 euros, mientras que el importe de los originales varía entre 3.000 y 5.000 euros. Por estos hechos, en los meses de enero y febrero de 2014, fueron detenidos en Alicante y Castellón los responsables de las webs, a quienes se les intervino abundante material informático, documentación de los compradores y dispositivos de diagnosis.

Las intervenciones realizadas han permitido retirar del mercado 80 equipos que carecen del más mínimo control de calidad. Estos aparatos emplean un software que puede dejar inactivas o desconfigurar varias de las funciones de seguridad que realiza el equipo, lo que redunda directamente en la seguridad del vehículo y de sus pasajeros.

Las investigaciones han sido realizadas por agentes adscritos al Grupo tercero de Delitos Tecnológicos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Barcelona y el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Castellón, en colaboración con las Jefaturas Superiores de Valencia, Baleares, Navarra, Madrid, Asturias, País Vasco, Andalucía Occidental, Andalucía Oriental, Galicia, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Canarias y Extremadura.