donostia - Bildu y PNV evidenciaron ayer que la carrera por hacerse con la Diputación ya ha comenzado. Aunque queda todavía un año para las elecciones forales, la campaña electoral se coló ayer de forma manifiesta en las Juntas Generales, donde volvió a quedar claro que la problemática de los residuos y, en especial, el debate acerca de la incineradora, centrará el periodo electoral. La construcción de la planta de Zubieta volvió ayer a saltar a la palestra en el seno de la Comisión de Estudio sobre la Evolución Financiera y las Soluciones Técnicas del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK). Es evidente que en lo que llevamos de legislatura Bildu ha conseguido acabar con el proyecto de la incineradora. No obstante, el Ejecutivo foral no ha conseguido poner en marcha una alternativa real ya que carece de tiempo material para construir las plantas que contempla -una planta de compostaje, otra de tratamiento mecánico biológico, ambas Zubieta y un depósito de balas de residuos cuya ubicación está aún sin determinar-.

Ante esta tesitura, el diputado de Medio Ambiente, Iñaki Errazkin, volvió a poner ayer sobre la palestra el asunto de la incineradora, dejando entrever que un cambio en el Gobierno foral podría acarrear la construcción de esta planta que tanto ha criticado la izquierda abertzale. De esta forma, Errazkin afirmó que, aunque actualmente la incineradora "está parada, si en una segunda fase se considerara oportuno, se activaría".

La afirmación causó cierto estupor en las filas del PNV que demandaron "una aclaración" al diputado, que no tardó en matizar que el Gobierno de Bildu "no va a hacer incineradoras. Otra cosa es que cabe esta posibilidad en la planificación y que en el futuro alguien quiera plantearlo".

Así las cosas, el diputado se dirigió a los representantes jeltzales con una batería de preguntas. "¿Lo van a hacer ustedes? ¿Van a construirla? ¿Van a hacer una incineradora que va a ser totalmente deficitaria? ¿Lo van a hacer de verdad? ¿Van a hacer una incineradora para 300.000 toneladas actualmente? Nosotros no, porque creemos que va en contra de toda lógica y que no tiene ningún sentido", afirmó. Y es que a juicio del diputado, el "gran problema" de los residuos en el territorio es que la incineradora estaría "sobredimensionada" y recordó que la planta de Zubieta estaba pensada para tratar 260.000 toneladas de residuo cuando "actualmente en Gipuzkoa solo habría 60.000 toneladas de rechazo". Los jeltzales, que recordaron al diputado que no son ellos quienes tienen que responder a las preguntas de la comisión, consideraron "una satisfacción" que el Gobierno foral "piense tanto" en el PNV. A juicio del juntero Xabier Ezeizabarrena la puerta abierta la afirmación del diputado con respecto a la incineradora es "la crónica de una muerte anunciada" y la ratificación de que Bildu "no tiene ni intención ni posibilidad de seguir gobernando". Errazkin también aprovechó la ocasión para "desmentir" las acusaciones vertidas esta semana por la cabeza de lista jeltzale a las elecciones europeas, Izaskun Bilbao. En una visita al vertedero de Sasieta, Bilbao reclamó un mayor control de las Juntas Generales de la actividad de Bildu en materia de residuos y acusó al Ejecutivo foral de mentir a Bruselas en la información que remite.

Errazkin defendió que la Diputación "no ha proporcionado datos falsos" a Europa y acusó al PNV de hacer "interpretaciones falsas en las preguntas dirigidas a la Diputación".

Así, el titular de Medio Ambiente reiteró que la Diputación "no ha incumplido" el Plan Integral de Gestión de Residuos de Gipuzkoa (PIGRUG), ya que "todas las infraestructuras" que plantean están recogidas. "Si se cumplen los objetivos del PIGRUG y se respeta la jerarquía, tendremos 60.000 toneladas de rechazo y, en función de eso, tendremos que hacer un plan", afirmó. Sin embargo, este plan que el Ejecutivo de Bildu quiere poner en marcha en 2015 y cuyo desarrollo estará estrechamente vinculado con el cierre de los tres vertederos actualmente activos en el territorio -Urteta, en Zarautz; Lapatx, en Azpeitia- actualmente carece de financiación, lo que prácticamente hace imposible que pueda estar en marcha el próximo año. Pese a que la Diputación lleva meses sosteniendo que hay conversaciones con los bancos para encontrar financiación, Errazkin reconoció ayer que existen "dificultades". Estas estarían relacionadas con los contratos de cobertura o swap contratados en la anterior legislatura, que tiene enfrentados al Consorcio de Residuos y a La Caixa y Banesto en los tribunales.

"marear la perdiz" La intervención del diputado fue muy criticada por los partidos de la oposición, quienes acusaron a Errazkin de haber "politizado" la gestión de los residuos. Además del cara a cara mantenido con Ezeizabarrena (PNV) por la construcción de la incineradora, PSE y PP también mostraron su decepción con el diputado a quien acusaron de "marear la perdiz" y de "menospreciar" a las Juntas Generales. La representante del PSE Maite Cruzado consideró que es "un insulto y un desprecio" la forma en la que la Diputación hace llegar la información al resto de grupos junteros y explicó que la oposición había recibido "la víspera la información requerida al diputado hace dos meses".

Por su parte, el juntero popular Txema Murguiondo consideró que "Bildu ofrece un absoluto desprecio" hacia las Juntas Generales y "se ríe de la oposición y, por lo tanto, de la mayoría social de Gipuzkoa". Al mismo tiempo achacó a Errazkin llevar a cabo "un nuevo ejercicio de distracción, sin aportar nada nuevo ni extraordinario" al debate.

Ambos grupos, a los que se sumó el PNV, volvieron a reclamar que el debate de la planificación vuelva a la Cámara territorial, que es la competente en esta materia.