MADRID. Así, el portavoz de Agricultura de Greenpeace, Luis Ferreim, ha manifestado a Europa Press que uno de los objetivos de la campaña que la ONG lanza este miércoles en una docena de países de Europa es que las prohibiciones de algunos químicos, como los neonicotinoides, que se implantaron con carácter provisional en 2013 se conviertan en "definitivas y totales" y que se implanten planes integrales para salvar a las abejas de estas sustancias que las matan, las debilitan o interactúan con otras sustancias, favoreciendo su efecto letal.

"Nuestra apuesta de futuro y solución es una agricultura respetuosa con el medio ambiente y el fomento de la agricultura ecológica, que es la única que favorece la biodiversidad y a los seres humanos", ha manifestado.

La ONG presenta este miércoles en toda Europa un estudio realizado en doce países europeos para conocer la situación actual de las colonias melíferas en Europa. Un reciente análisis de la Unión Europea aborda también la mortandad invernal de las abejas, y señala que la mortandad invernal de abejas en España, sin tener en cuenta insecticidas, es del 9,5 por ciento, un dato por debajo de lo que estima el sector apícola, y que coincide con la cifra indicada en 2013 por Greenpeace, que sitúa esta tasa entre el 20 y el 40 por ciento.

"Tenemos denuncias del sector apícola que dice que se están encontrando mortandades más elevadas incluso", ha destacado. Ferreirim ha indicado que otro aspecto importante del analisis de la ONG es el de la mortandad en época estival --la más importante para la producción apícola y para la polinización, ya que en este periodo la mortandad está en el 6,8 por ciento en España, por detrás de Francia, con un 13,6 por ciento; Reino Unido, 9,7 por ciento y Bélgica, con un 8,9 por ciento.

"La mortandad estival es mucho más grave. Es preocupante ya que se da en el momento en que las abejas tienen que estar en su máximo apogeo", ha valorado, al tiempo que ha añadido a esta preocupación la mortandad del 46 por ciento de los polinizadores y abejorros, que están en declive o en peligro de extinción.

SIN ABEJAS NO HAY NECTARINAS

El experto de Greenpeace ha explicado los distintos factores que provocan el declive de las colonias de abejas y, entre estos ha subrayado la pérdida y degradación de los hábitat porque se está ganando terreno a la naturaleza; o que en las explotaciones agrícolas cada vez hay menos diversidad, debido a los cultivos industriales donde las abejas tienen pocos recursos alimenticios.

En este contexto, ha recordado que las abejas necesitan diversidad de proteínas que les aporta el polen, el néctar y ha añadido que otro de los factores es el cambio climático, que está provocando los desplazamientos de flores y cambios en los patrones de floración. Además, ha citado las enfermedades y parásitos, sobre todo en las abejas melíferas, y otro factor que las amenaza "de forma muy importante" son las prácticas de la agricultura convencional que, cada vez hace un uso más masivo de sustancias químicas que las matan, como los insecticidas.

Estas sustancias, según ha recordado tienen como objeto matar insectos y provocan "efectos letales y subletales" es decir que puede provocar a los polinizadores efectos secundarios que influye en la capacidad de orientación y aprendizaje de las abejas y, finalmente, debilita a las colmenas, lo que, a la larga provoca su muerte.

El estudio de Greenpeace se ha realizado en una docena de países europeos en los que se han recogido un centenar de muestras y concluye que las abejas están expuestas a un "cóctel químico importante que les llega por el polen que recolectan y las contamina con distintos químicos".

El informe detectó contaminantes químicos en dos tercios de las muestras y 17 compuestos químicos distintos. Además observaron 53 plaguicidas distintos, lo que "evidencia la presión que tienen" y la exposición a plaguicidas.

Respecto a los datos de España, Ferrerim ha asegurado que las abejas españolas salen "bastante mal paradas" ya que el contaminante más frecuente es un insecticidad fosforado, que es uno de los 7 plaguicidas de acción prioritaria. España ha sido el segundo país donde más clortidifos se han encontrado, por detrás de Polonia, ya que en 5 de las 14 muestras se detectaron.

Asimismo, en las muestras españolas se ha encontrado DDT un producto prohibido en este país desde los años 70, lo que apunta a dos conclusiones, o bien que se ha seguido utilizando o bien que la sustancia sigue presente en el medio ambiente y las plantas lo siguen extrayendo del suelo. También se han observado distintos fungicidas en las muestras de España, lo que para el respresentante de Greenpeace, es un indicativo de que la agricultura actual expone a los consumidores a un cóctel químico e, incluso, a productos que no están autorizados.

En este contexto, el portavoz de la ONG ha destacado los servicios de estos polinizadores para los ecosistemas y para los cultivos agrícolas, ya que el 84 por ciento de 264 cultivos principales en este país dependen de la polinización de estos insectos para producir frutos y semillas, pero también para generar producción de buena calidad.

Por ejemplo, se ha referido a las nectarinas, que dependen en un 90 por ciento de la polinización, por lo que si no hubiera abejas se perdería el 90 por ciento de la producción nacional, al tiempo que las fresas, sin ser polinizadas no tendrían valor comercial ya que serían "de mala calidad".

En definitiva, ha insistido en que la polinización es "fundamental" para los cultivos y los ecosistemas y para garantizar la salud y la seguridad alimentaria.

La ONG ha lanzado una campaña para #Salvar a las abejas y ha publicado un manifiesto en su página web a la que poder adherirse para reclamar ante la UE medidas en favor de estos polinizadores. La web es http://www.greenpeace.org/espana/es/