GASTEIZ - Ayer se celebró, a instancias de EH Bildu, un debate monográfico en el Parlamento Vasco para analizar la situación del euskera. Sin guion previo ni documento gubernamental sobre la mesa, la sesión dejó patente la soledad de la coalición abertzale en su defensa de una visión pesimista sobre el presente y el futuro del euskera. "El objetivo de EH Bildu es utilizar el euskera como arma arrojadiza y no lo vamos a tolerar". Así de contundente se mostró el viceconsejero de Política Lingüística, Patxi Baztarrika, frente a las declaraciones del parlamentario abertzale, Xabier Isasi, quien afirmó que el euskera está "en peligro de desaparecer".

Para la coalición abertzale la normalización lingüística atraviesa una fase de estancamiento ya que, desde su punto de vista, un incremento anual inferior al 2% de las personas que conocen euskera "no es suficiente para garantizar la supervivencia" de esta lengua. EH Bildu pidió una "renovación" de la política lingüística porque, entre otras cosas, "los municipios con población mayoritariamente euskaldun se están debilitando". E incidió en las continuas vulneraciones de los derechos lingüísticos que padecen los euskaldunes.

EH Bildu no halló en la Cámara ningún otro aliado que compartiera su diagnóstico, una visión sobre la situación del euskera que los partidos tildaron de "catastrofista", "apocalíptica", "exageraciones" o "posturas maximalistas". Durante el turno de réplica, Baztarrika subrayó que el objetivo de su viceconsejería es fomentar el uso del euskera, trabajar por lograr el "equilibrio" entre las dos lenguas oficiales, conseguir más hablantes y "no buscar culpables", dijo.

En opinión del titular de Política Lingüística, el planteamiento de EH Bildu "ha sido un discurso basado en la negatividad". En este sentido negó que la normalización del euskera se haya ralentizado y criticó la utilización política del euskera, antes de afirmar que "EH Bildu ha defendido que no ha habido crecimiento y que nos hemos estancado, pero no es verdad. No es verdad porque los datos dicen lo contrario". Así, manifestó que el proceso de revitalización del euskera los últimos treinta años ha sido "la crónica de un crecimiento".

Explicó que 1981 había 72 municipios en los que los vascohablantes no llegaban al 10%. Y, de todos estos, en 65 municipios los vascohablantes no llegaban al 5%. A día de hoy, en cambio, no hay ningún municipio en el que los euskaldunes no lleguen al 10%". El viceconsejero insistió en que hablar de que el euskera puede desaparecer responde a un discurso "partidista" y que "la supervivencia del euskera no está en cuestión, pero sí su fuerza".

Para Baztarrika no sería conveniente caer en "la autocomplacencia" ya que, según dijo, aún hay mucho por mejorar en torno a esta cuestión porque el euskera "no tiene asegurado un futuro fructífero". Y es que, si bien es cierto que su subsistencia está garantizada para dos generaciones, "no así su vitalidad", apuntó. "No queremos al euskera como idioma de segundo nivel. Queremos un euskera vivo. Buscamos un bilingüismo sostenible y equilibrado", lo cual sería incompatible con discursos pesimistas.

Opinión unánime en la Cámara Por su parte, la consejera de Educación, Cristina Uriarte, destacó que "el crecimiento social que ha experimentado el euskera no ha ocurrido por sí solo. Hay muchos factores que explican este crecimiento. El compromiso del Gobierno no es otro que continuar haciendo una política lingüística activa y eficiente, respetando siempre la voluntad y el apego del pueblo".

Todos los partidos criticaron el posicionamiento de EH Bildu. La parlamentaria Garbiñe Mendizabal (PNV) defendió la política lingüística "concreta, progresiva e inclusiva" del Gobierno, en contra de las posturas basadas en las "exageraciones" de EH Bildu. Mendizabal señaló que la política de fomento del euskera debe buscar la cohesión social y no partir de posturas "maximalistas", porque "lo fácil es hablar para la propia parroquia".

Idoia Mendia (PSE-EE) habló de "tópicos" y "lugares comunes" en la propuesta de debate de EH Bildu, grupo al que recordó que las imposiciones en materia lingüística suelen traer "aversión" hacia el euskera. Mendia reconoció que el principal reto de la lengua vasca está en el ámbito privado y recordó que cualquier política está abocada al fracaso si no se basa en el respeto a la libertad individual, incluso de los que conocen la lengua y deciden no utilizarla.

Carmelo Barrio (PP) tildó el debate "poco serio, innecesario, forzado y sin justificación", planteado para que EH Bildu presente una visión "apocalíptica" con unos planteamientos "obsesivos". Barrio enumeró varias de las acciones desarrolladas desde los poderes públicos y entidades privadas en favor del euskera porque, desde la visión de la coalición abertzale, parecería que se "está trabajando por el euskera desde la clandestinidad".

Gorka Maneiro (UPyD) se opuso a las "obsesiones" y a las "imposiciones" en materia lingüística, así como a los "excesos" que, a su juicio, se han cometido en promoción del euskera en los últimos años y que han provocado que se hayan "vulnerado derechos de muchas personas".

Tres iniciativas. El viceconsejero de Política Lingüística, Patxi Baztarrika, aprovechó el debate monográfico sobre el euskera para anunciar tres iniciativas.

Agenda estratégica. El Gobierno aprobará para el verano la Agenda Estratégica del Euskera, la hoja de ruta que definirá la actuación que debe llevar a cabo el Gobierno Vasco durante esta legislatura en el ámbito de la política lingüística.

Currículum Básico. Se ha confeccionado el Currículum Básico de Euskaldunización de Adultos (HEOC). Se completa así el Currículum como se prescribe desde Europa. Se añaden los niveles inferiores: A1 y A2.

Ayudas a los medios. El Gobierno concederá ayudas para aumentar la presencia del euskera en los medios en castellano.