Gasteiz. NUEVO golpe de gracia a la salud. Los bolsillos afrontarán este año otro batacazo a través de una subida de impuestos de algunos productos sanitarios. El Ministerio de Hacienda cocina una nueva normativa para retirar el IVA reducido a una lista de materiales como gafas, lentillas, tiritas, jeringuillas, vendas y hasta máquinas de rayos X, que pasarán de tributar un 10% a un 21%. Con esta subida no solo se resentirá la cartera del ciudadano sino que también se ahogará más las agobiadas arcas de las comunidades autónomas que adquieren este material para equipar a sus centros de salud y hospitales.
La cuenta atrás para pagar más por ejemplo por gafas graduadas y lentillas ha comenzado. La medida, que se está ultimando, ha soliviantado al sector, que recuerda que más del 51% de los ciudadanos recurre a medios de corrección visual. Las empresas ópticas iniciaron ya el año pasado una campaña para frenar una subida que en 2014 será imposible parar.
El botiquín casero de primeros auxilios no se salvará de esta escalada de precios. Sufrirán el alza del 10% al 21% vendas, apósitos, jeringas, termómetros clínicos, guantes estériles, protectores para callos y juanetes, tiritas, mercromina, agua oxigenada, etc... Pero la subida del 10% al 21% afectará también a escáneres, TAC, aparatos de rayos X, pasando por el mobiliario y equipamiento para centros sanitarios, lo que disparará el gasto de las comunidades que tendrían que pagar más de mil millones más.
La decisión del Gobierno no afecta a los medicamentos, pero sí a una larga lista de productos sanitarios de consumo masivo. Los productos concretos aún están por determinar. "El material para personas de movilidad reducida, como las sillas de ruedas, queda exento, pero no está claro, por ejemplo, el caso de las muletas. Estamos ultimándolo", añaden desde el ministerio de Cristóbal Montoro. Todo hace indicar que las gafas no podrán librarse de la subida del IVA, mientras que, por ejemplo, en las prótesis, la negociación todavía permanece abierta.
El nuevo hachazo es inevitable si el Gobierno español cumple una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que condenó a España por haber incumplido la directiva sobre el IVA al aplicar el gravamen reducido a categorías de bienes más amplias que las permitidas en el ámbito médico y farmacéutico.
El Ministerio de Hacienda continúa analizando con Bruselas el alcance de la sentencia, por lo que todavía no se sabe con certeza qué productos acabarán por verse afectados. Pero hasta el momento las autoridades comunitarias se han mostrado poco dispuestas a aceptar las excepciones que, basándose en la experiencia de otros países, intenta hacer valer el Gobierno español. La sentencia solo deja fuera de la subida al tipo del 21% los medicamentos y los aparatos y complementos para uso personal de discapacitados. La directiva sí señala la posibilidad de un tipo reducido para "productos farmacéuticos del tipo de los utilizados normalmente en el cuidado de la salud, la prevención de enfermedades y el tratamiento con fines médicos incluidos contraceptivos y productos de higiene femenina".
Sin apenas margen para la negociación, en otros países de la zona euro hay excepciones a la aplicación del IVA sanitario. Por ejemplo, en Francia los dispositivos de punción, los de lectura de glucosa en sangre o las tiras reactivas de insulina tributan al tipo reducido. En Alemania, los productos que combaten la sordera o los marcapasos están gravados con un tipo reducido del 7%, mientras que en Bélgica las vendas, las gasas o las agujas para el tratamiento de la diabetes tienen un tipo del 6%.
La medida ha puesto en guardia al sector de las ópticas, ortopedias, farmacias y otras empresas de tecnología sanitaria. La Federación española del Sector Óptico ha trasladado al Gobierno las "graves consecuencias sociales" de una subida, ya que más del 51 % de los españoles usa gafas o lentillas. El impacto de una subida del IVA en equipos médicos, afectaría de manera singular a las comunidades autónomas, donde el gasto sanitario podría dispararse.
Aunque resulta complicado cuantificar el coste para las arcas autonómicas, desde la patronal Fenin, que reúne a los fabricantes y distribuidores de material sanitario, cifran en 1.000 millones el impacto que puede tener la medida para el conjunto de las autonomías. Y todo porque el 17 de enero de 2013, el Tribunal de Justicia de la UE dictó una sentencia en la que declaró que España incumplió una directiva comunitaria al aplicar un tipo de gravamen reducido del IVA a una serie de productos sanitarios. El texto instaba al Gobierno a gravar todos esos productos al tipo general (21%). Las autonomías ya tiemblan puesto que su gasto (algunas comunidades destinan más del 50% de su presupuesto a Sanidad) se disparará, sin contar el golpe en la línea de flotación a las empresas de tecnología sanitaria que verán peligrar una parte importante de sus ventas.