VITORIA. Miles de familias se tuvieron que levantar ayer antes para llevar a los más pequeños al colegio en su coche particular o a pie por la huelga del transporte escolar de la red pública, que continúa hoy. Si no avanzan las negociaciones del convenio colectivo entre las empresas subcontratadas por el Departamento de Educación (Eulen y Clece) y las monitoras de autobús y patio, se repetirán los paros el lunes, martes y miércoles de la semana próxima. Y cerca de 17.000 escolares de Infantil y Primaria podrían verse sin servicio de autobús sine die a partir del día 27 de enero, fecha que los sindicatos han fijado para comenzar una huelga indefinida del sector. Según ha podido saber este periódico, a día de hoy no se vislumbra una salida al conflicto a corto plazo ya que no hay entendimiento entre las partes.

Por su parte, el Gobierno Vasco sigue con "preocupación" este problema laboral después de que no hayan fructificado sus intentos para que sindicatos y patronal alcancen un acuerdo que desbloquee un problema que afecta a miles de padres y madres. Y es que muchos se ven obligados a ajustar su entrada al trabajo con este contratiempo.

Los sindicatos -ELA, LAB, UGT y CCOO- valoraron de forma positiva el seguimiento "mayoritario" de las cerca de 500 monitoras a la huelga, aunque fue desigual por territorios. Según ELA, en Bizkaia hubo un seguimiento del 90%, del 60% en Gipuzkoa y del 50% en Araba. La patronal, sin embargo, redujo significativamente la incidencia del paro: al 67,7% en Bizkaia, el 33% en Gipuzkoa y el 24,5% en Araba.

Equiparación con sector público Además, un nutrido grupo de monitoras se concentró frente a la sede bilbaína del Gobierno Vasco, al que responsabilizaron de la situación. Las manifestantes portaban una pancarta escrita en euskera en la que se podía leer El transporte escolar en huelga. Gobierno Vasco culpable. La representante de ELA, Lucía Puertas, señaló que el Departamento de Educación "tiene que implicarse en el conflicto" para facilitar la negociación.

Explicó que tras cerca de un año las monitoras "han tenido que ir dejando" reivindicaciones "muy importantes" y "ya no pueden dejar más". Las trabajadoras luchan por un convenio "blindado" frente a la reforma laboral de manera que incluya su ultraactividad hasta la firma de un acuerdo que lo sustituya y se impida el descuelgue. No obstante, las reivindicaciones salariales se presentan como el punto de más difícil conciliación. En este ámbito, las centrales reivindican un incremento salarial que acerque al colectivo a la equiparación salarial con la categoría laboral equivalente en el sector público. La misma fuente precisó que en la actualidad, el salario del trabajador de transporte escolar de centros públicos se encuentra "al 95%" de la retribución del personal con categoría laboral equivalente y la aspiración es elevar ese porcentaje hasta el 97,5%.