Roma. Ayer se cumplieron dos años del naufragio del crucero Costa Concordia, frente a las costas de la isla italiana del Giglio y en el que murieron 32 personas. "Expreso mi profundo pesar y renuevo mi cercanía a los familiares de las víctimas. Me uno al silencio conmemorativo y que renueva un dolor indeleble para todos nosotros", afirmó ayer el comandante Francesco Schettino, que capitaneaba la embarcación. Schettino afronta desde el pasado julio un proceso en el que se le acusa de homicidio múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias.