madrid. El secretario general del grupo popular en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, asumió ayer que es "muy difícil" la unanimidad interna del partido en el tema del aborto, pero insistió en que la posición final de los populares cuando voten la reforma impulsada por el Gobierno será "cohesionada". Bermúdez de Castro aseguró además que "no hay ninguna razón" para hacer una votación secreta en el Congreso en ninguna iniciativa relacionada con el aborto, como pide el PSOE para una proposición no de ley que registró y en la que reclama que se retire el anteproyecto presentado por el Ejecutivo.
Aunque admitió que éste es un tema "muy sensible y muy complejo" en el que es "muy difícil suscitar la unanimidad" dentro del partido, porque "se mezclan posiciones morales, éticas y jurídicas", consideró que "no son lo mismo las posiciones personales que las posiciones políticas". Bermúdez de Castro aseguró además que en el caso del PP la posición política sobre el aborto "es muy clara" y está refrendada por los congresos del partido y por el programa electoral.
coherencia Insistió por otro lado en que su grupo parlamentario "siempre vota con libertad" y "en coherencia con los compromisos electorales". Y por eso, aunque no haya "plena unanimidad" o pueda haber "matices en algunas posiciones", aseguró que al final la posición del PP sobre la reforma de la ley del aborto será "cohesionada". El secretario general del PP en el Congreso no quiso adelantar si habrá algún caso en el que se rompa la disciplina de voto o si el PP se quedará definitivamente solo apoyando esta reforma que aún es anteproyecto y se remitió a varios organismos para que emitan informes.
"Ya veremos cuál es el proyecto definitivo", apuntó, aunque advirtió de que la "filosofía" y los "principios" del texto serán los recogidos en los compromisos del PP. Bermúdez de Castro aprovechó además para criticar el "fariseismo" del PSOE en este debate y recordó que lo que quieren los populares es volver al "consenso" de la ley de 1985, una ley socialista que estuvo en vigor veinticinco años.