bruselas. La Comisión Europea no tiene más que buenas palabras sobre el ritmo de ejecución de la Y vasca en el tramo guipuzcoano, en manos del Gobierno vasco, pero considera que existen todavía tres tramos problemáticos, entre ellos el nudo de Bergara y las entradas a Bilbao y Gasteiz, que ejecuta el Ministerio de Fomento. Por eso considera irrealista pensar que la línea ferroviaria de alta velocidad que atravesará Euskadi podrá estar lista en un plazo de tres años. Según las estimaciones que manejan en Bruselas no estará operativa antes de 2018. "No, no creo que sea razonable", aseguró Carlo de Grandis, uno de los técnicos encargados de las redes transeuropeas de transportes en el Ejecutivo comunitario, sobre la posibilidad de que esté en marcha antes de esa fecha.

Según explicó ayer, estuvo en Euskadi y Aquitania en octubre pasado y se sorprendieron de lo adelantado que está el proyecto, especialmente en el tramo guipuzcoano. "Faltan tres tramos fundamentales para tener trenes en marcha y poner el equipaje ferroviario sobre las líneas. Espero que pueda acabarse todo para 2018", sostuvo confiando en que Francia haga su parte garantizando la interoperabilidad de forma que los trenes empiecen a cruzar la frontera entre Irun y Hendaia sin traba alguna desde 2020.

Todavía, no obstante, sigue sin haber fechas sobre cuándo podrán viajar los ciudadanos de Donostia a París en alta velocidad. "El ministro francés ha confirmado que se hará una línea de alta velocidad al sur de Burdeos y que en Francia se van a poner en marcha varias vías de ferrocarril, todas bastante rápidas, hasta Dax pero todavía esperamos el detalle del proyecto", admitió.

En cuanto a la futura financiación para el periodo 2014-2020, estiman que España podría recibir del orden de 3.000 millones de euros para financiar los dos grandes corredores considerados prioritarios: el Atlántico, en el que se integra la Y vasca, y el Mediterráneo. Un dinero que se distribuirá entre los mejores proyectos con un nivel de cofinanciación que oscilará entre el 30 y el 50% -en el caso de los tramos transfronterizos asciende al 40%-. Esta inyección de ayudas, según estiman en la Dirección General de Transportes de la Comisión Europea, podría movilizar hasta 5.000 millones de euros más entre fondos públicos y privados.

La primera convocatoria se abrirá en torno a abril del próximo año y previsiblemente habrá una nueva cada año hasta asignar los casi 20.000 millones previstos en el presupuesto europeo. Lo importante, insisten, es que "es concentrar las inversiones en estos dos corredores porque estamos seguros de que pueden generar un tráfico importante".