Estocolmo. La ceremonia de entrega de los Premios Nobel regaló ayer a la canadiense Alice Munro, ganadora del galardón de Literatura, el aplauso más caluroso, y recordó la figura de Nelson Mandela en una gala presidida por los reyes de Suecia. Al comienzo de la ceremonia, el presidente de la Fundación Nobel, Carl-Henrik Heldin, calificó de "desafortunado" que, como resultado de los problemas económicos, "muchos países" hayan reducido su sostén a la investigación. Heldin envió un "caluroso saludo" a Munro, que no viajó a Estocolmo por motivos de salud. afp